La asociación de vecinos del Alcázar Viejo ha entregado en el Ayuntamiento un informe con sus aportaciones para la comisión del casco histórico, un grupo de trabajo recién constituido que pretende elaborar un plan de gestión para esta zona y que ya ha echado a andar. Entre la veintena de propuestas específicas que plantea, llama la atención una antigua reivindicación del barrio, la de la utilización de la huerta de Caballerizas para el uso ciudadano «con equipamientos sociales y deportivos compatibles con ese área patrimonial». Hace una década se aprobaba de manera inicial un plan que nació con polémica, el Alcázar-Caballerizas, que enfrentó a vecinos, que no querían que la huerta, que necesitaba el barrio, tuviera uso ecuestre, y a Córdoba Ecuestre, que soñaba con su centro internacional del caballo en el que esa zona era una pieza fundamental; y a ambos con el Ayuntamiento. Aún así el plan, que quedó a medio tramitar, limitaba la utilización de la huerta, en la que solo se podía ocupar la huella de lo edificado.

La asociación considera, además, que el uso del edificio de Caballerizas, en el que está Córdoba Ecuestre, «tiene que ser consensuado en los órganos de participación social y ciudadana».

La asociación tiene claro que el ámbito de actuación del plan que se proponga debe abarcar todo el conjunto histórico y no solo la parte declarada Patrimonio de la Humanidad. Previamente, pide realizar una evaluación de la situación del conjunto histórico.

Murallas

Entre las propuestas está la de redactar y ejecutar un plan especial para las murallas, presentes en gran parte del casco «y no en buenas condiciones», como demuestra el reciente derrumbe en San Fernando.

Realizar un seguimiento de la proliferación de apartamentos turísticos para tener un estudio de su impacto real en la Judería y en el Alcázar Viejo, que incluya «el porcentaje de viviendas de uso turístico no legalizadas», es otra de sus recomendaciones, que persigue restringir «esos usos en determinadas zonas». La asociación considera que hay que concretar un modelo de ciudad «de forma colectiva» que tenga en cuenta otros sectores y que no se base solo en el turismo. A esto se suma la necesidad de «ordenar» los eventos que se realizan en la vía pública. La asociación estima que deben realizarse «estudios integrales» que ordenen y corrijan «los flujos de visitantes desmesurados e incontrolados».

La asociación del barrio que más afluencia de visitantes tiene durante la Fiesta de los Patios pide que se asuman las propuestas del Consejo Social y del Consejo del Movimiento Ciudadano en relación al callejero fiscal, estableciendo «incentivos para uso residencial frente al turístico», y que se promueva el comercio tradicional y el uso de productos locales por parte de los establecimientos de restauración. El Alcázar Viejo plantea que se articulen fórmulas de financiación público-privada para que no todo el gasto que genera recaiga en el Ayuntamiento y en los vecinos.