Isabel Bernal es una profesora comprometida, cuya labor trasciende el mundo de la educación y se implica en cuantos proyectos socioeducativos caen en sus manos. Desde hace 12 cursos es la directora del colegio público Antonio Gala, en la barriada de Moreras, y además preside la Asociación Andaluza de Directores y Directoras de Educación Infantil, Primaria y Residencias Escolares en Córdoba (Asadipre), una entidad corporativa voluntaria en la que hay inscritos 159 directores de centros de la provincia.

-El consejero ha anunciado ya oficialmente que no habrá más clases presenciales este curso. ¿Cómo se lo han tomado los equipos directivos y profesorado?

-Ya se conocía de forma oficiosa y ahora ya se ha dado de forma oficial. La mayoría ya preveíamos que esto era mejor para el alumnado y las familias, ya que como no se tienen unos protocolos claros de incorporación ni está muy bien estudiado cómo se iba a hacer, no lo veíamos muy oportuno. Casi es preferible, para el poco tiempo que queda de curso, y sin tener unos protocolos claros ni cómo va evolucionando la pandemia, no incorporarse.

-¿Cómo han llevado los directores de los centros estos dos meses de cole en casa?

-Han sido difíciles para el sistema educativo, y para las direcciones escolares más. Las direcciones lo que han vivido diferente al resto de la población es que, al igual que los demás estábamos en una situación triste, sin parangón, a la vez teníamos que montar un nuevo sistema de educación digital para el que no estábamos preparados ni formados y para el que mucho alumnado no tenían recursos. Hemos vivido una dualidad, tristeza y miedo y, a la vez, energía e ilusión porque había que empujar una nueva forma de crear un centro educativo, con una responsabilidad de acompañamiento emocional de toda la comunidad educativa, tirando de ellos para generar algo que no existía. Medidas de teleformación, seguimiento de aprendizajes… toda una carrera contra reloj en un suelo desconocido, difícil. Sé que ha habido muchos profesionales que en esta pandemia han sacado lo mejor de sí mismos, pero hay que felicitar a todos los docentes y directores porque sé el gran trabajo que se ha hecho. Era decir quédate en casa para asegurar una nueva forma de enseñanza-aprendizaje telemática.

-¿Cuáles son las mayores dificultades que han encontrado?

-A nivel general, el tema de la brecha digital ha sido una de las principales cuestiones porque teleformación sería que tienes un medio técnico como un ordenador, una tablet, con internet, y datos para tener videoconferencias, videollamadas… eso sería una teleformación correcta, y en la que el alumnado está motivado para realizar esa enseñanza. Todo lo que no sea eso es precariedad digital y muchos alumnos y alumnas de nuestra sociedad andaluza han tenido eso. Además, en muchos casos las familias no han podido acompañar a sus hijos en esa formación digital. Otro problema ha sido la gestión de las instrucciones por parte de la Consejería. La situación ha sido excepcional, pero ha sido complejo seguir la normativa. En unas ocasiones porque no ha dado tiempo, ha llegado en una fecha muy cercana a la que había que aplicarla y en otras ocasiones porque no ha sido suficientemente concisa y acertada. Luego, la gestión del personal, llevar todos los órganos de gobierno, y el horario, que hemos estado a plena disposición cualquier día de la semana a cualquier hora, y hay cierto agotamiento. También hemos detectado una falta de coordinación entre las administraciones locales y delegaciones territoriales. Y ha sido problemático el programa de garantía alimentaria en algunas cuestiones.

-¿Los alumnos se han adaptado bien a la enseñanza ‘on line’?

-El que tiene medios telemáticos se ha adaptado y el que no los tiene, no, porque muchos han tenido que funcionar a través del whatsapp del móvil. Creo que la mayoría del profesorado ha sabido motivar a sus alumnos para entrar en una rutina de trabajo, aunque en las últimas semanas hemos notado que ha decaído mucho la motivación. Al principio era algo nuevo, como un juego, me quedo en mi casa, pero ahora hay cierto decaimiento. Esto pone de manifiesto que las relaciones humanas son necesarias para el aprendizaje, sobre todo en las edades tempranas. A través de un móvil es difícil motivar a un alumno a que todos los días haga su trabajo escolar.

-¿Cómo valora el plan de refuerzo escolar en julio?

-En principio, el planteamiento tendría que dar resultado si está dirigido a alumnado con desfase curricular por esta situación o que ya lo tenía. Ahora bien, ¿para el mes de julio tendremos un protocolo sanitario como para dar actividades en las aulas y deportivas y para que los centros tengan todas esas condiciones sanitarias? ¿Y están los centros preparados para las temperaturas de julio? Otra cuestión es que si se dirige al alumnado con una brecha digital importante, es incongruente que la única forma de inscribirse sea por la web.