El tren del futuro, el Hyperloop, tiene ya su primera cápsula de viajeros, un hito de este nuevo y revolucionario medio de transporte que circulará casi a la velocidad del sonido (a más de 1.000 kilómetros hora) y que podría empezar a circular en cinco años, informa Efe. Tras idéntico número de años de diseño y trabajo de ingeniería, la primera pieza construida a tamaño real de este tren, su primera cápsula de viajeros, vio ayer la luz, en una presentación mundial celebrada en El Puerto de Santa María (Cádiz), dentro de la planta de la multinacional gaditana conocida hasta ahora como Carbures.

El desarrollo tecnológico, de 32 metros de largo, cinco toneladas de peso y que ha necesitado 21.000 horas de ingeniería, es obra de la multinacional de origen gaditano Carbures, especializada en la ingeniería y fabricación de piezas en fibra de carbono para el sector aeronáutico, la automoción y la obra civil. Esta misma empresa, que acaba de cambiar su nombre por Airtificial, está también creando el prototipo del tubo al vacío por el que viajará el tren del futuro.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ejerció de madrina de esta primera cápsula de viajeros, orgullosa de que este «hito mundial» que revolucionará el transporte y que se dirige a crear un mundo más sostenible tenga también «acento andaluz» y muestre «el talento» de «una Andalucía puntera que rompe tópicos».

La primera cápsula, bautizada como Quintero One en recuerdo del fallecido socio de Dirk Ahlborn, CEO de Hyperloop Transportation Technologies (HTT), será trasladado ahora a Toulouse (Francia), donde se ensamblarán las piezas de su interior y continuará el proceso creativo de este medio de transporte que tiene a sus primeros clientes en Emiratos Árabes y China. Dirk Ahlborn aseguró ayer en Cádiz que en tres años el primer tren Hyperloop estará listo para subir a bordo a viajeros y que en cinco podrá estar listo para ser una realidad comercial.

«Hace cinco años oímos muchas veces que era imposible», recordó Dirk Ahlborn, que destacó que hora ya nadie duda de que el proyecto será una realidad y que creará una industria nueva. El Hyperloop podrá superar los mil kilómetros por hora de velocidad, con lo que podría ir desde Cádiz a Barcelona en sesenta minutos. Sus cápsulas de viajeros, que tendrán capacidad para entre 30 y 40 personas, circularán suspendidas por unos tubos al vacío como «un avión sin alas».

Sus creadores aseguran que, además de su velocidad, tendrá una ventaja fundamental con respecto a los medios existentes, su sostenibilidad ya que se retroalimentará de energía solar, eólica y de otros sistemas alternativos instalados en su misma estructura. El viaje será una experiencia de inteligencia artificial a través de unos tubos, que podrían ser transparantes, y que serán un nuevo elemento en los paisajes como ahora lo son las carreteras o las vías de los trenes. Sus artífices trabajan para que discurra integrado en el paisaje.