El yihadista marroquí Zouhair al Bouhdidi, residente en Sevilla, tenía intención de cometer un atentado de forma individual, pero el grupo terrorista Estado Islámico (EI) le recomendó esperar hasta recibir nuevas instrucciones, según fuentes marroquíes.

Según dijeron a Efe fuentes de seguridad marroquíes, Al Bouhdidi no fue detenido ayer, como se informó en un principio, sino que lleva detenido desde el pasado martes 9 de abril, cuando fue arrestado en la ciudad de Casablanca por agentes de la Brigada Nacional de la Policía Judicial.

La fuente dio algunas precisiones a Efe justo después de que el portavoz del Gobierno, el ministro Mustafa Jalfi, se negara a hacer ningún comentario al respecto. Al Bouhdidi, de 23 años y estudiante de Filología Árabe en Sevilla, ciudad donde reside desde hace varios años, entró a principios de este año en contacto con un líder del Estado Islámico en Siria a través de la aplicación Telegram, la favorita entre los distintos movimientos yihadistas. El líder del EI, cuya identidad no fue desvelada por las fuentes, le propuso en un primer momento cometer un atentado al estilo de los «lobos solitarios», pero más tarde le pidió esperar por dos motivos: primero, debía formar una célula terrorista, y segundo, aguardar instrucciones sobre los blancos concretos que debía atacar.

Al Bouhdidi -añadió la fuente- solía visitar sitios electrónicos relacionados con el Estado Islámico, sobre todo aquellos donde se enseña a fabricar explosivos.

La fuente recalcó que la detención de Al Bouhdidi se realizó gracias a la estrecha cooperación entre los servicios de seguridad de España y Marruecos: «Solo a través de esta cooperación podemos enfrentarnos al desafío del terrorismo», dijo.

La madre del presunto activista yihadista declaró ayer que su hijo es «un buen chaval» y que «está limpio, no ha hecho nada».

«Lo juro por Dios», declaró esta mujer a los medios de comunicación desplazados hasta la calle Ortega y Gasset, en el barrio de Su Eminencia, donde el arrestado residía, al parecer, con su familia.

Así, ha instado a preguntar a sus vecinos o a sus profesores y compañeros de la Universidad de Sevilla, donde estudia Filología Árabe, para constatar la «vida normal» de su hijo, que «juega al fútbol, estudia, saca buenas notas y busca trabajo». La madre --su marido y padre del detenido es imán de mezquita-- confirmó que desde Marruecos, adonde su hijo se había desplazado y donde habló por él con última vez el pasado 9 de abril, pues aprovechando unas vacaciones de su trabajo ella se desplazó hasta el país magrebí --son de Tetuán-- para visitar a su madre enferma, no se les han confirmado los motivos del arresto. «No puede ser lo que están diciendo», aseguró.