El liderazgo de Andalucía en producción ecológica no sólo se afianza, sino que gana valor añadido con la incorporación en el último año de un 26% más de industrias, destacó ayer el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, en «Biofach», la feria que se celebra en Núremberg (Alemania). En este sentido, explicó que la comunidad, que aporta el 48% de la superficie certificada en España y el 7,5% de la europea, alcanzó las 2.242 agroindustrias ecológicas al sumar otras 460 en 2017. Este auge se palpa también en la presencia andaluza en Biofach 2018, que se ha elevado hasta las 43 empresas y entidades, 34 de ellas (siete más que en la edición anterior) bajo el paraguas de «Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior,» adscrita a la Consejería de Economía, y otras nueve con espacio propio.

Se trata, según el consejero, de una prueba de la fortaleza de un sector que cuenta en la comunidad con 14.560 operadores (agricultores, ganaderos, industrias), un 0,5% más para cerrar un crecimiento continuado durante cuatro años de un 10% de media; 974.393 hectáreas certificadas y una cabaña ganadera ecológica que supera las 645.000 cabezas.

Por cultivos, en el último curso aumentó la superficie ecológica de frutas y hortalizas en 17.175 hectáreas (un 8% más); de frutos secos, en 2.475 hectáreas (un 5% más); de tubérculos, en 180 hectáreas (un 71% más); de viña, en 144 hectáreas (un 17% más); y de bosques y recolección silvestres, en 18.410 (un 92% más), mientras que el olivar se mantiene en las 75.000 hectáreas En ganadería se han registrado notorios incrementos en los subsectores de aves de huevos (un 7% más), el ovino de leche (un 730% más) y la apicultura (un 18% más de colmenas). El sector genera en torno a 42.000 puestos de trabajo y un valor de producción de más de 700 millones de euros. Andalucía es uno de los máximos responsables de unas exportaciones españolas de alimentos ecológicos por un importe de 891 millones en 2016, un 38,3 % más respecto a 2015.

El titular de Agricultura ha puesto en valor el avance en la “asignatura pendiente” del consumo ecológico interior, que, aunque apenas ocupa aún el 1,69 % de la cesta de la compra alimentaria, aumentó en 2016 hasta los 1.680 millones, un 12,5 % más que en 2015 y un 41 % más que hace cinco años.