Después del glamour, las luces, los nervios, los aplausos y los comentarios elogiosos (o a la vez), la troupe de los Palomos se apresuraba a desalojar el espacio que durante poco más de 20 minutos había transformado el recinto neoyorquino Pier 59 en la Andalucía de principios del siglo pasado, que fue el viaje que en esta ocasión ofreció Palomo Spain a quienes ayer se acercaron hasta uno de los primeros desfiles de la Semana de la Moda Masculina de Nueva York.

El modista cordobés volvió a sorprender y entusiasmar a quienes se dieron cita en este esperado evento de moda. Después de dos años de ausencia, Alejandro Palomo no podía volver hasta tierras americanas si no era para epatar de nuevo con sus creaciones. Y lo consiguió.

Mientras su equipo se apresuraba a recoger, como si del propio ballet ruso itinerante se tratara, el creador atendía a medios de comunicación de todo el mundo que no quisieron faltar a este nuevo desembarco cargado de singulares y atrevidas propuestas, llegadas desde Posadas, un pueblo andaluz que también ha formado parte del espectáculo.

Los atrevimientos del Ballet Ruso y su reguero de influencias sembradas a lo largo de todo el territorio nacional sirvieron como hilo conductor de una puesta en escena en la que no faltaron los farolillos de fiesta andaluza y hasta publicaciones, presuntamente de la época, que ayudaron para que el público que llenó el espacio se situara en el marco temporal y geográfico que sirvieron de argumento al desfile.

En la pasarela se pudieron ver volúmenes ligeros y vaporosos que recuerdan el baile clásico con faldas largas ajustadas a la cintura de aire sureño, o elegantes cuellos altos propios de bailarinas con zapatos negros decorados con los luminosos lunares del flamenco. Además, se han visto por una mezcla de colores vivos acentuados en ocasiones con grandes lunares y cortes clásicos que contaban también con elementos de ballet, como fuente inspiradora de esta reaparición americana, informa Efe. Fue, en definitiva, el desfile una «mezcla preciosa y muy interesante», como la época a la que evocaba.

Un desfile que ha sido posible gracias a la participación de casi un centenar de personas , entre modelos, estilistas, miembros de la prensa, curiosos y no pocos miembros de su familia. Todo ellos, sigue contando Efe, abarrotaban el backstage de los Springs Studios, uno de los espacios de moda más importantes de Nueva York, que fue el lugar escogido por el maleno Palomo Spain para desvelar los secretos de su nueva y esparada colección.

Poco después de terminar el pase y todavía rodeado de medios de comunicación, Alejandro Gómez Palomo explicaba a Diario CÓRDOBA que todo había ido «fenomenal, ha sido impresionante, la gente está feliz y nos preguntaban que de dónde habíamos sacado tanta adrenalina». Además, se mostraba el diseñador cordobés muy satisfecho con la asistencia tanto de celebrities como de prensa especializada, pues, según indicó a este periódico, «han estado aquí todos, ahora habrá que esperar las críticas», matizaba intentando aterrizar y poner los pies en el suelo.

Aún así, señaló que para su equipo la presentación en Nueva York de la colección 1916, su nueva propuesta masculina, «ha sido todo un éxito, estoy todavía impactado por la respuesta que hemos tenido y por el resultado» de una presentación que, como nos tiene acostumbrados, volvió a romper moldes.