La enfermera Mercedes López Torrico inició una nueva vida el pasado agosto cuando decidió prejubilarse del hospital Reina Sofía, después de ejercer 43 años siempre en el mismo sitio del complejo sanitario, el quirófano 2 del Materno Infantil. En los 50 metros de este espacio quirúrgico, destinado principalmente al abordaje de diferentes patologías ginecológicas, ha trabajado Mercedes un total de 43 años, 4 meses y 12 días, con una entrega que ayer fue reconocida por un amplio grupo de profesionales vinculados al Reina Sofía, pero también por médicos y sanitarios pertenecientes ahora a otros centros y que en su día compartieron con ella la intensa labor diaria de este quirófano.

Mercedes heredó el oficio de enfermera de su padre, practicante en Villaralto, e igualmente lo hicieron sus hermanos Paco, que trabaja en la Usmij del hospital de los Morales, y Petra, ya jubilada y cuyo último destino fue el área de observación de Urgencias del Reina Sofía. Muy emocionada, esta enfermera leyó unas palabras que glosan lo que ha sido todo este largo tiempo de entrega al Reina Sofía.

«Terminé mis estudios de enfermería en Madrid en 1974. Primero trabajé unos meses en el hospital Provincial y el 4 de abril de 1975 me destinaron al quirófano 2 del Materno Infantil y ya nunca quise cambiarme a otro servicio, pues este espacio ha sido mi casa estos 43 años. Un quirófano en el que he podido comprobar la evolución y los avances de la cirugía ginecológica y oncológica durante las últimas cuatro décadas y donde me esforzado por hacer el trabajo lo mejor posible, sin mirar si tenía que alargar mi horario», señaló.

«Mis tres hijos, uno de ellos el tenor Pablo García López, han nacido en el Reina Sofía. Me ha alegrado mucho este encuentro, que he disfrutado con tantas personas maravillosas con las que he compartido mi actividad. Mi tristeza es que hace unos días falleció el ginecólogo Blas Pelegrín, al que apreciaba mucho y hubiera tenido que estar aquí. He trabajado con seis jefes de ginecología en todos estos años y compartido quirófano también con muchos cirujanos, cientos de residentes, enfermeras y profesionales de muy diferentes categorías», resaltó Mercedes López. Lopez también quiso tener unas palabras de agradecimiento para su marido, Rafael García, y toda su familia. Quién sabe, quizas su nieta Ana Mercedes, con la que comparte la mitad del nombre, algún día decida seguir sus pasos, pues un poco de enfermería corre por sus venas.