Francisco es de esos entrenadores jóvenes en los que gente de fútbol, periodistas y hasta aficionados se fijan. Por ser una cara relativamente nueva y porque la juventud acarrea, obligatoriamente, ilusión. Más allá del «perfil», palabra que ha llegado hasta el manoseo en el club en los últimos días, lo mejor para saber cómo es Francisco es ir a sus orígenes. Orígenes que, lógicamente, son recientes. El coordinador del fútbol base del Almería cuando el entrenador del Córdoba actuaba como segundo en el Almería B era Andrés Fernández, hoy integrante del escalafón deportivo del Valladolid, quien comentaba ayer a este periódico que había dos aspectos fundamentales a destacar del nuevo entrenador blanquiverde: «uno, sus entrenamientos. Los hace muy bien, variados y con buenos contenidos. Además, es muy trabajador: prepara muy bien tanto las sesiones como el estudio de los rivales, para lo cual va muchas tardes por el club. Echa mucho tiempo en eso, es concienzudo». El otro aspecto que remarca Fernández de Francisco es «la gestión de grupo. Es quizás su mejor baza. Hace sentirse importantes a todos los jugadores de la plantilla, incluso a los trabajadores del club. Es muy exigente pero haber sido jugador le ayuda en el vestuario».
Tanto Fernández como otros hombres cercanos al nuevo técnico del Córdoba también señalan el «compromiso» y la «mentalización» para la competitividad del grupo y ponen como ejemplo su último trabajo, en el Lugo. Fernández comenta que «allí se basó en un grupo que ya había desde hace tiempo y, a partir de ahí, construyó todo el equipo. Esa fuerza en la competitividad del grupo, con fortaleza mental en los partidos, es lo que consigue él. Por eso el Lugo y otros equipos en los que ha estado fueron capaces de remontar muchos partidos, y en los últimos minutos». Es un sello del joven técnico del Córdoba.
Fernández y otros coinciden en que ha evolucionado. «En sus comienzos su estilo era más arriesgado, más atrevido, más vertical y eso lo ha ido variando, lo ha matizado, dándole más equilibrio a sus equipos a medida que ha cumplido años», señala el hoy técnico del Valladolid, que explica, como uno de sus secretos, su cuerpo técnico. «Está compensado y equilibrado, con caracteres diferentes que se complementan». Ahora le tocará plasmarlo en el Córdoba.
