La emblemática torre inclinada de la iglesia de la Asunción de Bujalance ha sufrido un incendio que ha afectado a la bóveda interior, formada por vigas de madera, si bien gracias a la rápida intervención de los bomberos, los daños no han ido a más y todo se quedó en un gran susto. La iglesia, que comenzó a construirse en el siglo XVI, es conocida como la Catedral de la Campiña del Alto Guadalquivir y su torre, la Pisa de Andalucía -por la inclinación de la torre del campanario- y está declarada Bien de Interés Cultural.

El incendio comenzó minutos antes de las diez de la mañana, del sábado día 4 de octubre. Tras ver los viandantes el humo que salía de la torre, alarmados, avisaron al concejal de Cultura, Toni Pavón, y este llamó al párroco, quien avisó inmediatamente a los bomberos de Montoro. También se personaron efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local. Al lugar se acercó enseguida la alcaldesa, Elena Alba, quien junto al concejal de Cultura Toni Pavón y otros miembros de la corporación, así como numerosos bujalanceños, siguieron expectantes y con gran inquietud, las labores de los bomberos para sofocar el incendio, que se veía desde todos los puntos del municipio. Un cortocircuito en la instalación eléctrica de la iluminación de la torre estaría en el origen del incendio. La hipótesis que se baraja es que el fuego habría prendido entre los excrementos de las palomas que ensucian el interior en esa zona de la torre. El párroco, Francisco Roldán, explicó, tras ser informado por los bomberos, que aunque se ha actuado a tiempo, la estructura de madera quedó muy dañada y habría que realizar medidas inmediatas de apuntalamiento, para evitar la caída de la bóveda, ya que al efecto dañino de las llamas había que añadir el del peso de la suciedad de la palomina mezclada con el agua utilizada por los bomberos para apagar el incendio. Además señaló que “esto ha sido un toque de atención, para volcarnos en la limpieza y mantenimiento de la torre una vez que se realicen los trabajos de urgencia”.

Por su parte, la alcaldesa brindó la colaboración del ayuntamiento para lo que hiciese falta en las tareas de recuperación de la torre, una de las principales señas de identidad, ya que además de su inclinación, es la primera torre-campanario más alta de la provincia y una de las más maltas de Andalucía.

Numerosos vecinos se acercaron a la Plaza de Santa Ana tras conocerse la noticia. Todo el pueblo estuvo en vilo hasta que los bomberos dieron por extinguido el incendio.