El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Andalucía, Miguel Cobos, presentó ayer en Sevilla el balance agrario del 2019, donde «la falta de precios justos» en casi todos los sectores, «es el principal problema, causando graves desequilibrios en la cadena alimentaria y serios problemas de rentabilidad para las pequeñas y medianas explotaciones, que no logran cubrir ni los costes de producción».

Miguel Cobos, que también es secretario de UPA Córdoba, calificó de fatídico para la agricultura y la ganadería el 2019, ya que estuvo marcado por una fuerte caída de precios de venta de la producción en los sectores más destacados de la región y por la escasez de precipitaciones. Cobos resaltó el hundimiento de los precios de los productos de los tres sectores más importantes de la agricultura: el del aceite -en el que los precios han pasado de superar los tres euros por kilo a aproximadamente dos euros-, el de los cítricos y el de las hortalizas, y añadió que la ganadería sigue en una crisis permanente. Además, explicó que a las dificultades ya existentes, como el veto ruso a las frutas, los aranceles a la aceituna negra o la incertidumbre por la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, se han sumado los aranceles de Estados Unidos, consecuencia de «guerras comerciales aeronáuticas» y que la climatología no ha acompañado, ya que desde el comienzo del año hidrológico las precipitaciones han sido de 220 litros por metro cuadrado mientras que la cifra media anual es de unos 400 a estas alturas del calendario hidrológico, que comienza el 1 de octubre.

El secretario general de UPA Andalucía reclamó a las administraciones andaluzas, nacionales y europeas medidas que permitan la autorregulación del sector y que fijen precios mínimos que igualen los costes de producción, que en el caso del aceite de oliva son de unos 2,70 euros el kilo frente a los dos euros por kilo a los que se ha vendido este año, y recalcó que si se quiere frenar la despoblación rural estas medidas son esenciales para que los jóvenes consideren atractivo el sector y que los pueblos andaluces puedan tener futuro.

Cobos explicó que esta subida de precios en la venta de productos al sector de la industria no perjudicaría al consumidor, ya que, según sus palabras, las empresas establecen precios abusivos que seguirían resultando en beneficios a pesar de un posible aumento en el precio de compra a los productores, lo que ejemplificó con los cítricos, que los productores venden a 10 céntimos el kilo y que se comercializan en los supermercados por un euro el kilo. Además, pidió que un 30% de los 1.400 millones de euros anuales en ayudas de la PAC se otorgue únicamente entre las propiedades pequeñas y medianas y que el 70 % restante se distribuya equitativamente, favoreciendo así a las pymes andaluzas del sector agrícola.