Los aficionados

En todos los deportes, los aficionados son una parte importante, y también en los de motor. Por este motivo siempre hay que tenerlos en cuenta, procurando para ellos comodidad y buenas condiciones para presenciar su deporte favorito. Y esto es también aplicable a los deportes de motor. La temporada pasada apenas hubo carreras y las que se celebraron fueron sin público. Pero este año se permite la presencia controlada de aficionados en las pruebas. El pasado fin se semana estuve en Ubrique con motivo de la subida que se celebraba allí. Llegué antes de las 10.30 y ya había aficionados en las cunetas, algunos de los cuales habían pagado un euro por acceder de forma controlada a algunos espacios acotados para ellos. Los entrenamientos deberían haber empezado a las 12.30, pero lo hicieron media hora después, y solo subieron los llamados prioritarios, unos quince pilotos, con más palmarés y que habían pagado más de inscripción; que bajaron y luego volvieron a subir. El resto, el grueso de los participantes, empezaron su manga de entrenamientos a las tres de la tarde. Y todo ello con bastante calor. O sea que los aficionados estuvieron esperando unas cuatro horas para que empezaran a pasar la mayor parte de los participantes. Algunos se fueron antes de las mangas oficiales, y otros muchos no volvieron el domingo. Lógico, y algo que no debería ocurrir.