El notable deterioro que desde hace años presenta el exterior de la ermita de San José, en la confluencia de las calles Altillos y San José, ha llevado a la Asociación de Vecinos «Cerrillo de San José» a solicitar la colaboración ciudadana para actuar ante el «peligro de derrumbe» de parte de la cubierta y de la cornisa de este edificio que fue levantado en el siglo XVI.

Según refiere el propio colectivo vecinal, José Félix García, párroco de Santiago Apóstol, les trasladó que el principal riesgo de derrumbe se localiza en la columna central del templo, donde descansa el peso de la cubierta, lugar en el que se han localizado algunas grietas. Un problema que, de momento, se encuentra en fase «de valoración técnica», según explicó el párroco de Santiago Apóstol, con el objetivo de poder establecer un proyecto de actuación que dé respuesta a las «deficiencias que se aprecian a simple vista».

«Se ha encargado ese estudio técnico para valorar el posible cierre al culto de la ermita hasta que se pueda actuar en ella», señaló García, quien apuntó que, a falta de conocer con exactitud los problemas estructurales que presenta el edificio, se prevé un presupuesto de unos 80.000 euros.

No obstante, en 2006, el Ayuntamiento de Montilla encargó a sus técnicos del Área de Urbanismo la redacción de un informe de ruina para valorar el «estado real» en el que se encontraba el templo, después de que la Hermandad del Sagrado Descendimiento lo hubiera elegido como sede canónica. La propia cofradía remitió un escrito al Consistorio en el que hacía notar la necesidad de acometer un proceso de rehabilitación del coro de la ermita -que ya entonces se encontraba apuntalado-, así como de las barandas de madera -atacadas por la carcoma- y de las puertas del templo.

«Sería una verdadera lástima que la ermita tenga que ser cerrada totalmente por derribo y perder este edificio en el barrio», apunta ahora la asociación Cerrillo de San José que, además, ha destacado la importancia de las imágenes y de las obras que se conservan en el templo.

El colectivo vecinal trasladó la situación del templo al equipo de gobierno durante la celebración de las Asambleas de Barrio.