El Pleno de la Corporación municipal aprobó el pasado 4 de febrero, con los votos favorables de los cuatro grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, la nueva ordenanza municipal que, en adelante, regulará la instalación de terrazas y veladores en la vía pública por parte de bares y restaurantes.

El alcalde de la localidad, Federico Cabello de Alba, se mostró convencido de que la nueva normativa "soluciona y equilibra suficientemente el interés que todos tenemos porque los hosteleros no tengan ningún problema y puedan ejercer con absoluta garantía su actividad y que, al mismo tiempo, las numerosas quejas que llegan al Defensor del Pueblo Andaluz por parte de muchos ciudadanos, también tengan respuesta".

Con todo, durante el transcurso de la sesión plenaria, el presidente de la nueva Asociación de Hosteleros de Montilla (Ahosmont), Antonio Jurado, tomó la palabra para defender que el nuevo articulado admitiría "mejoras en una serie de puntos", en relación a la declaración de zonas acústicamente saturadas o a la prioridad en la renovación de licencias que, a juicio del colectivo, deberían gozar los establecimientos con mayor antigüedad.

Con la aprobación unánime de la nueva normativa, el Consistorio montillano puso fin a la polémica surgida a finales del pasado mes de julio, cuando el propio alcalde instó a los establecimientos a recoger sus terrazas una vez finalizada la jornada comercial para, de esta forma, "evitar sanciones indeseadas".

El aviso provocó, en un primer momento, el malestar y las quejas de algunos hosteleros que, incluso, llegaron a reunir cerca de un millar de firmas para trasladar al Ayuntamiento montillano su rechazo a la aplicación de las ordenanzas fiscales, que preveían multas de hasta 500 euros para los establecimientos que no recogieran sus terrazas al finalizar la jornada comercial.

Apenas 48 horas después de que los hosteleros registraran en el Consistorio las 972 firmas reunidas entre sus amigos, familiares y clientes, el alcalde se comprometió a crear una comisión para tratar de consensuar con el sector de la hostelería la regulación de las terrazas y de los veladores, así como a "buscar soluciones concretas" para los establecimientos que, por su menor capacidad, presentan dificultades para almacenar en su interior las mesas, sillas y sombrillas.

Pero además de suscitar las quejas de algunos hosteleros, la medida anunciada por Cabello de Alba sirvió también para animar a algunos propietarios de bares y restaurantes a formar una nueva asociación profesional que diera respuesta a la "falta de unidad" que venían detectando en el sector de la hostelería montillana.

Fue así como surgió la nueva Asociación de Hosteleros de Montilla (Ahosmont), que celebró en octubre su primera reunión en la que, además de explicar los objetivos concretos del colectivo, defendió la necesidad de ampliar treinta minutos el horario de funcionamiento de las terrazas y de los veladores.