La importancia de los bosques en Andalucía

El pasado 21 de marzo se celebró el Día Mundial de los Bosques y en Andalucía ha pasado prácticamente desapercibido. Es una iniciativa de la ONU que fue aprobada en el año 2012 en su asamblea general. Es la continuidad del Día Mundial Forestal, que se conmemora en esta misma fecha, que fue celebrado por primera vez en 1974, y que fue promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para realizar actividades relacionadas con el sector y así recordar la importancia que encierran los ecosistemas forestales. Contienen alrededor del 70% de la biodiversidad del planeta, así como los bienes y servicios ambientales que posee la humanidad.

El tema elegido para 2024 ha sido Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor. Como se indicó en esta conmemoración: «La lucha contra la deforestación requiere nuevos avances tecnológicos. Con 10 millones de hectáreas que se pierden anualmente debido a la desaparición de bosques y aproximadamente 70 millones de hectáreas arrasadas por los incendios, estas innovaciones tecnológicas son imprescindibles para los sistemas de alerta temprana y la producción sostenible de materias primas. Asimismo, es necesario un empoderamiento de los pueblos indígenas, que son los guardianes de gran parte de los bosques aún intactos en el mundo, mediante la cartografía de las tierras y acceso a una financiación climática, lo que contribuirá a preservar su función crucial en la conservación de la biodiversidad y la fijación de carbono».

Se señala que los bosques albergan el 80% de todas las especies de anfibios conocidas, contienen más del 50% de la reserva mundial de carbono en los suelos y la vegetación, y más del 30% de las nuevas enfermedades desde 1960 se atribuyen al cambio en el uso de la tierra, incluida la deforestación.

En Andalucía en 1989 se aprobó el Plan Forestal Andaluz, tras haber obtenido el apoyo unánime del Parlamento de Andalucía y fruto del resultado del consenso social de los andaluces interesados en el sector forestal y preocupados por el medio ambiente. Las reflexiones que durante la década de los años ochenta se realizaron en diversos foros internacionales y europeos originaron los principios inspiradores de la nueva estrategia forestal: la integración de la conservación y el desarrollo; la necesidad de establecimiento de un desarrollo duradero; favorecer medidas para la protección de los suelos, de los regímenes hidráulicos y hábitats naturales, la promoción de la selvicultura y la importancia de la función social y recreativa de los bosques; el inicio incipiente de una política forestal a nivel europeo con medidas de protección de los bosques y el apoyo a algunas de las acciones de desarrollo y aprovechamiento en bosques.

Para garantizar su permanencia en el tiempo, su vigencia se estableció en sesenta años, de acuerdo con la duración de los ciclos naturales de la vegetación. No obstante, en el propio plan se estableció que su ejecución se llevaría a cabo en fases decenales, con revisiones cada cinco años y la obligación de realizar memorias anuales donde se reflejara el grado de consecución de los objetivos, la cuantía de las inversiones realizadas y, en su caso, las medidas necesarias para corregir las desviaciones que se detectaran.

Quienes participaron en este proceso guardan un grato recuerdo de aquellas fechas y el trabajo arduo que se desarrolló para lograr el gran consenso de la sociedad civil y todos aquellos interesados en este sector. En la actualidad parece que se asiste a una especie de huida hacia delante.

En Andalucía, el 50% de su superficie corresponde a terrenos de vocación forestal

El año pasado la Plataforma por el Monte Andaluz, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Bosques, denunció el retraso en la confección y puesta en marcha de la Adecuación del Plan Forestal Andaluz Horizonte 2020–2030. Los trabajos de adecuación deberían haberse iniciado a partir de un acuerdo de Gobierno publicado en mayo de 2016 y su implementación debería haber comenzado en el año 2020. El 21 de noviembre de 2023, por fin, se aprobó la adecuación del Plan Forestal de Andalucía Horizonte 2030.

La propia adecuación reconoce que en el período 2014-2020 se invirtieron 3.400 millones de euros en materia forestal lo que supone una media 485 millones de euros anuales. La previsión de inversión para el nuevo período 2023-2027 asciende a cerca de 1.829 millones de euros, lo que supone una media de poco más de 365 millones de euros anuales, solo el 75% del período anterior. Siempre se ha dicho que los recursos económicos dedicados al sector forestal eran insuficientes, en esta nueva situación de marcados cambios potenciados por el cambio climático, no se le escapa a nadie que son insuficientes.

En Andalucía el 50% de su superficie, unos 4,5 millones de hectáreas, corresponden a terrenos de vocación forestal, cifra que por si sola nos indica la importancia de este sector en la generación de servicios, bienes y biodiversidad, que debe ser objeto de una mayor apuesta por la administración y la sociedad.

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