Ricos más ricos y pobres más pobres. Una nueva crisis acentuaría la desigualdad. Se llame crisis o se llame desaceleración económica, las organizaciones sociales de Córdoba ya han alertado del repunte de personas en situación de exclusión que se ha empezado a notar este verano. Para algunos, es señal indiscutible de que un nuevo frenazo a la economía volvería a impactar sobre los mismos que en el 2008, aquellos que antes de la crisis ya estaban en situación de exclusión y las clases trabajadoras que en los últimos años han visto empeorar sus condiciones laborales y que no han llegado a remontar en el corto periodo de brotes verdes. El informe Foessa elaborado por Cáritas Andalucía y publicado esta semana señalaba que un 18,6% de la población, en torno a 60.000 cordobeses, se encuentran en la antesala de la exclusión y llegan a final de mes a duras penas. Además, un 3,4% de la población, en torno a 12.000 cordobeses, acumulan a estas alturas tal cantidad de problemas que están ya al margen de la sociedad.

En Córdoba, la situación es especialmente preocupante porque, tras detectar que la capital tiene el triste honor de contar con cuatro de los barrios más pobres de España, los planes diseñados por la Junta de Andalucía, en colaboración con el Ayuntamiento, para paliar la desigualdad siguen sin llevarse a efecto.

El responsable del área de extrema vulnerabilidad de Cruz Roja, Ángel Córdoba, describe la situación a partir de los indicadores del informe Arope sobre el estado de la pobreza en España y señala que «en el último año el índice de pobreza ha bajado dos puntos porcentuales» si bien «los casos se han cronificado». En Córdoba, como en otras provincias, «muchas personas que perdieron el empleo con la crisis han apurado ya todos sus ahorros, las prestaciones por desempleo, ayudas del SEPE y han solicitado la renta mínima, que va con mucho retraso». Es decir, todos los que fueron al paro y no han conseguido un empleo «son ahora más pobres que hace unos años y están en la espiral de la marginalidad». De hecho, afirma, «muchas de esas personas han perdido la vivienda y han caído en el sinhogarismo».

MAYORES DE 45 / Los mayores de 45 son quienes lo tiene peor porque, afirma, «no se ha apostado por el reciclaje de estas personas, que tienen experiencia en construcción o joyería, pero no tienen opciones en el actual mercado laboral». Para Cruz Roja, detrás de los datos de caída del paro «hay más trabajadores temporales en hostelería y comercio en condiciones precarias». Es decir, hay muchos trabajadores pobres y familias que no pueden subsistir con sueldos de 700 u 800 euros. Quienes tienen cotización cobran poco y los que no la tienen cobran algo más, pero no tienen posibilidades de acceder a una prestación posterior. Todos los agentes sociales consultados coinciden en que el rescate de esos colectivos y de los que pudieran caer en una nueva etapa de recesión pasaría por mejorar las condiciones laborales de quienes trabajan y realizar una fuerte inversión en formación y empleo para los que siguen en el paro. Una nueva crisis volvería si no a golpear a los mismos.