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El 80% de la sal se oculta en alimentos procesados

El 80% de la sal se oculta en alimentos procesados

Un factor que puede originar hipertensión es el consumo abusivo de sal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo máximo diario de 5 o 6 gramos de sal (el correspondiente a una cucharada pequeña rasa). «Sin embargo, en nuestro medio la ingesta de sal se sitúa en 10 o 12 gramos diarios (más del doble de lo aconsejado)», señala Enrique Martín Rioboo. «En personas de más edad, diabéticos o con enfermedades cardiovasculares sería incluso conveniente un consumo menor a 5 gramos diarios. Es importante recordar que entre el 70-80% de la sal que consumimos proviene de alimentos ya elaborados y no de la sal que se usa en la cocina. Son múltiples los alimentos que llevan sal añadida. Lo verdaderamente difícil es encontrar alimentos no frescos que no hayan sido suplementados o condimentados con sal en su elaboración y manufactura», expone este médico. Alimentos como embutidos; salsas (tomate frito, mayonesa, salsas variadas); concentrados de carne verdura o pescado; sobres de comida elaborada; pizzas; conservas (incluso las de verduras); frutos secos; patatas fritas; precocinados (croquetas, empanadillas); encurtidos, entre otros.

«Es muy importante mirar las etiquetas de los alimentos para concienciarnos y elegir con propiedad aquellos que contengan menos sal añadida, y entre los que ya la tienen, elegir las marcas con menos sal. Esto sería extensible a la elección de alimentos con menor número de otras sustancias nocivas (grasas trans, hidrogenadas, aceite de palma, palmítico o coco o azúcar añadido)», añade Martín Rioboo.

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