Una vez descartado que los eventuales vayan a perder un 10% adicional en sus nóminas, la principal preocupación del personal sanitario a medio plazo es qué va a ocurrir con ellos a partir de septiembre u octubre. Según los cálculos del portavoz de la Asamblea de Trabajadores del Hospital Reina Sofía, Julio Ortega, en el complejo sanitario cordobés hay unas 200 personas en esta situación, un grupo que, a su juicio, bien podría perder ahora su trabajo debido a los recortes. De ellos, entre 50 y 60 son médicos. Además, en el caso de los facultativos, son profesionales a los que se les renueva los contratos mes a mes o, incluso, que están vinculados con la institución sanitaria únicamente mediante las guardias.

Para el secretario del Sindicato Médico Simec, José Luis Navas, "es inaceptable que el aumento de la jornada laboral en 2,5 horas traiga consigo el despido de compañeros". El responsable sindical asegura que cada vez son más las plazas de profesionales jubilados o trasladados que se amortizan y afirma que las que se cubren están ocupadas por personal eventual. Si son despedidos ahora, apostilla, no habrá personal suficiente para atender la demanda. Ortega, por su lado, manifiesta que cada verano se registran menos sustituciones y son más las plazas amortizadas, "independientemente de que la lista de espera es igual y que las carencias de los servicios sanitarios no varían".

El portavoz de los trabajadores insiste en que esta batalla no es exclusiva de los médicos, sino que es un frente común de la sanidad, incluidos enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y administrativos. "Aquí no estamos para que se nos devuelva la paga de Navidad, sino para luchar por nuestros intereses y los del sistema sanitario público". Para ello, asumió que antes de que la actividad se intensifique con la llegada de septiembre "tenemos que mejorar la estructura del movimiento asambleario".