El seguimiento de la huelga ha sido muy desigual en la Subbética. Así, en Lucena aunque algunas grandes empresas se sumaron a la misma, la inmensa mayoría de las pequeñas y medias trabajaron con normalidad. Abiertos estuvieron asimismo el comercio y los servicios del centro del casco urbano, si bien cerraron algunas exposiciones de muebles situadas junto a las carreteras. También estuvieron abiertos los bancos y cajas de ahorros, así como los supermercados y grandes superficies. En el Ayuntamiento lo más afectado fue el servicio de limpieza. En los colegios e institutos ha habido varios centros en los que todos los profesores han acudido a su trabajo, mientras que en otros ha faltado en torno al 30%.

Similar situación se dio en Cabra, pues muy pocos negocios del centro secundaron la convocatoria, siendo el seguimiento prácticamente mínimo en los polígonos industriales al igual que en el Ayuntamiento, el hospital y el centro de salud. En éste último, según fuentes sindicales, se denunció que algunos puestos fueran ocupados por personal llegado de otros centros, algo que está prohibido por ley. Las mismas fuentes indicaron que en dos supermercados los trabajadores denunciaron a través de familiares, las amenazas recibidas de la empresa.

De igual modo, en Priego, la normalidad y la escasa participación han sido el denominador común de la jornada de huelga. Establecimientos de todo tipo, colegios y servicios de la administración no vieron interrumpido su quehacer diario y no se registró ningún incidente digno de resaltar. Como prueba de este casi nulo seguimiento, los polígonos industriales mantuvieron su actividad normalmente. El único acto que sí contó con mayor seguimiento, aproximadamente medio centenar, fue la concentración celebrada a mediodía en el Paseíllo y la posterior marcha, hasta la Plaza de Toros. En el mismo, las distintas formaciones presentes, portaron pancartas con lemas como "No es una crisis, es una estafa", o "Huelga General. Quieren acabar con todo, con los derechos laborales y sociales". Tras la lectura de un manifiesto por parte de un representante de CNT, los convocados iniciaron la marcha, a cuyo paso algunos establecimientos han cerrado las puertas para, una vez que la comitiva había pasado, volver a abrirlos como si tal cosa.

Pero si en el casco urbano de Priego no se registraron incidentes, un piquete ubicado en el las inmediaciones del Puente de la Media Legua, en la A-339, lanzó varias piedras contra el vehículo de una persona residente en Priego, que viajaba con su hijo en dirección al hospital Infanta Margarita de Cabra. El piquete obligó al conductor a bajarse del vehículo, que lucía el logo de la empresa en la que trabaja, llegando incluso a romperle parte de la ropa en un forcejeo.