Para Elena García, las medidas adoptadas desde el Gobierno central causan entre los docentes de la enseñanza pública "un tremendo malestar y crispación", fundamentalmente porque pierden poder adquisitivo y porque se denigra la imagen pública del docente. "Los maestros no somos responsables de la nefasta gestión de la Administración", concluye esta maestra de Educación Primaria.