Entre un 3% y un 5% de la población sufre algún tipo de cáncer de piel, lo que equivale a que aproximadamente más de 20.000 cordobeses se encuentran afectados por estas enfermedades, en su mayoría de forma leve. El jefe de servicio de Dermatología del hospital Reina Sofía, José Carlos Moreno Giménez, explicó que la mayoría de los afectados padece patologías fácilmente solucionables, por eso lo más importante es detectar a tiempo el posible cáncer de piel. "Nadie debe morir por este motivo, ya que el diagnóstico precoz posibilita la curación".

Sin embargo, este dermatólogo apunta que la población debe concienciarse de que el exceso de sol es un problema de salud cuyas consecuencias pueden ser muy negativas con el paso del tiempo. Por eso, insistió en que la prevención es fundamental, para que la proporción de personas que podrá sufrir a lo largo de su vida cáncer de piel no vaya creciendo progresivamente.

En la actualidad, la Asociación Española de Dermatología calcula que uno de cada 75 niños nacidos después del año 2000 sufrirá en el futuro un melanoma maligno por la influencia negativa de haber tomado demasiado sol, proporción que podría ser mayor, uno de cada 50, de cara a 2010. Los dos tipos de cáncer de piel son el melanoma y el carcinoma, que es el más frecuente.

El melanoma es un tumor maligno originado en los melanocitos, que son unas células que producen melanina (pigmento que absorbe los rayos ultravioleta). Los melanocitos se localizan en la piel, los pelos, los ojos, el sistema nervioso central, las mucosas y el oído. El melanoma normalmente tiene peor pronóstico que el carcinoma, ya que en este segundo tipo la mortalidad en los afectados es muy baja, de apenas un 0,1% del total.

El carcinoma cutáneo, originario en células de la piel, aparece sobre todo en las personas de tez blanca y ojos claros que se broncean con dificultad, o en aquellas, como los albañiles, que por su trabajo permanecen expuestas mucho tiempo al sol.

El doctor Moreno resalta que los signos que pueden alertar de la posibilidad de sufrir cáncer de piel son la presencia de lunares que cambian de forma, color o tamaño; lesiones costrosas que tienden a ser persistentes y que crecen lenta pero progresivamente o úlceras cutáneas que no cierran, teniendo en cuenta que no suelen doler ni picar.

Para frenar los efectos del sol es conveniente ponerse crema protectora media hora antes de la exposición, evitar el contacto entre las 12.00 y 17.00 horas y usar gorra, camiseta y gafas de sol.