En pleno debate de las expectativas generadas por la Ley de Dependencia y las críticas al Gobierno por lo farragoso que está siendo su desarrollo, ya no valen más palabritas para las familias que necesitan ayuda y no la reciben. Mercedes Cabrera, ahora ministra de Política Social, además de Educación, debe empezar a cumplir promesas, como los responsables de la Junta de Andalucía, y así evitar la discriminación que sufren los niños enfermos que no pueden acudir al colegio. También por ley estos pequeños deben recibir atención educativa. No se puede lanzar un servicio y después esconder al niño.