El 9 de noviembre de 2020 se publicaba una resolución rectoral de la UCO para que la enseñanza semipresencial de teoría pasara a ser online. Aquel día se confirmaron 3.329 contagios en Andalucía: el pasado jueves, con una cifra casi duplicada, la Universidad de Córdoba confirmaba, por comunicado oficial, su apuesta por la evaluación presencial en estas circunstancias.

Durante el período de exámenes de junio y julio de 2020 los estudiantes de la UCO, como tantos otros, nos examinamos online. A lo largo de este mes de enero, sin embargo, mientras la mayoría de universidades andaluzas confían en la evaluación online, la Universidad de Córdoba considera oportuno lo que evitó con 80 veces menos contagios: exámenes presenciales.

Solo en la primera semana de exámenes del 9 al 15 de enero, la UCO actualizó sus datos de contagios a 40 casos, de los cuales 38 eran estudiantes. En aquel entonces, se detectaban en Andalucía no más de 7.000 casos diarios: el pasado viernes se detectaron 7.816, y la IA en la capital supera ya los 880 casos por cien mil habitantes, y los 920 en la provincia ¿Cuál es la cifra que debemos tratar como «asumible» existiendo una alternativa?

Desde hace meses, reputados expertos de este país alertaban de la probabilidad de una ola de contagios en enero. Lo cierto es que se ha dispuesto de tiempo para obtener y/o investigar herramientas que permitieran desarrollar con garantías exámenes online en un hipotético escenario de preocupante expansión del virus, que hoy nadie cuestiona.

Estoy harto de que uno de los grandes motivos para no apostar por los exámenes online sea convertirnos en potenciales tramposos que se copiarán en cuanto puedan.

Me decepciona que, por no haber tomado las precauciones oportunas para garantizar que no habrá plagio en los exámenes, hoy en la Universidad de Córdoba paguen justos por pecadores. Lamentablemente, la paga mencionada en la expresión es hoy arriesgarnos a llevar a nuestras casas el virus.

Escribo estas palabras con el sincero deseo de que, en unas semanas, sean solo el recuerdo de una situación que finalmente se atajó. Hasta entonces, comprobaré cómo se mantienen estas arriesgadas medidas, frente a las que solo me queda desempeñar la que sí que es mi labor: trabajar y estudiar, como se espera de todo universitario.

Manuel Lopera Rodríguez. Estudiante

Córdoba