Cambios en el país centroamericano

El centroizquierdista Bernardo Arévalo será el nuevo presidente de Guatemala

El candidato del Movimiento Semilla hace bandera de su lucha contra la corrupción que azota al país centroamericano

Bernardo Arévalo de León, candidato del Movimiento Semilla.

Bernardo Arévalo de León, candidato del Movimiento Semilla. / Pilar Olivares

Abel Gilbert

Bernardo Arévalo, el candidato del Movimiento Semilla, de centroizquierda, marchaba con paso firme hacia su victoria electoral en Guatemala. Con el 87% de los votos escrutados, el diputado y diplomático alcanzaba el 59,6% de las adhesiones. La exprimera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quedaba bastante lejos, con el 35,6% de los sufragios.Con su triunfo en las urnas, Arévalo extiende el linaje familiar en las altas esferas de la política del país centroamericano. Su padre, Juan José Arévalo, había gobernado entre 1945 y 1951. Tuvo que partir al exilio. De hecho, su hijo, ahora mandatario electo, nació en Montevideo. "Yo no soy mi padre, pero recorro el mismo camino", dijo este sociólogo y exdplomático de 64 años. Lo espera un escenario complejo: Semilla controlará en el Congreso solo 23 de los 160 escaños.

"Viva Guatemala", saludó Arévalo a sus seguidores a través de las redes sociales. El Movimiento Semilla nació al calor de las protestas que explotaron en 2015 después de que se destapara una trama de corrupción que obligó a dimitir al presidente Otto Perez Molina y su vice Roxanna Baldetti, quienes luego fueron detenidos.

La agrupación liderada por Arévalo intentó mantener encendida la llama de la indignación de esos años. El candidato pasó la primera vuelta frente a la sorpresa de los observadores, y llegó al 'ballotage' en calidad de favorito. "Es un día histórico", dijo Bernardo Arévalo al votar.

Para evitar el ascenso de la centroizquierda, Torres abandonó su historial socialdemócrata y giró hacia la derecha con un discurso que intentó captar las voluntades de la amplia feligresía evangélica. Uno de sus caballitos de batalla durante la campaña electoal había sido el rechazo al el matrimonio igualitario. "Yo respeto pero no lo comparto. Y la Biblia dice ‘Adán y Eva’, y no ‘Adán y Esteban’". 

Maniobras fallidas

Los intentos de la fiscalía por impugnar la candidatura del candidato vencedor se extendieron hasta el pasado viernes. Intentaron acusar a Semilla de haber falsificado en 2017 firmas necesarias para la inscripción del Movimiento. Esas maniobras provocaron una ola de repudios internacionales. Finalmente, fueron revertidas. Contra los pronósticos, la segunda vuelta, de la que estuvieron en condiciones de participar unos 9,3 millones de personas, se desarrolló sin mayores incidentes.

 "Saludamos al pueblo de Guatemala por una jornada electoral ejemplar, una verdadera fiesta cívica. Felicitamos al presidente electo. Estamos a disposición para trabajar junto a su Gobierno por la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo", dijo el secrtario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro. Las patronales también reconocieron de inmediato el cambio político.

"La semana próxima comienza la transición y con ella el inicio de los esfuerzos del partido electo dirigidos a cumplir los compromisos adquiridos desde tarimas, foros y videos publicitarios", señaló el diario Prensa Libre en su editorial dominical. A su criterio, todos los partidos que tienen representación parlamentaria debería acordar una agenda común dada la magnitud de problemas heredados. Un 60% de la población es pobre. Más de cinco millones de guatemaltecos viven en crisis alimentaria, de acuerdo con un informe difundido en mayo pasado por Oxfam. La pobreza expulsa por año a unos 300.000 ciudadanos que tratan por todos los medios de atravesar la frontera norteamericana.