Escándalo de corrupción en Colombia

Petro reivindica su gestión y evita hablar sobre su hijo en el balance de su primer año de gobierno

"Si no enfrentamos la pobreza y el hambre y no le damos educación a los jóvenes, el cambio será solamente una palabra vacía", pronunciaba el presidente de Colombia

Archivo - El presidente de Colombia, Gustavo Petro

Archivo - El presidente de Colombia, Gustavo Petro / -/Longvisual Via Zuma Press Wire / Dpa - Archivo

Abel Gilbert

"No estamos condenados a 100 años de soledad". Con esa glosa literaria, la de uno de sus autores preferidos, Gabriel García Márquez, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió a capa y espada su programa de Gobierno, el primero de izquierdas en la historia colombiana, y redobló su llamado a un acuerdo nacional sobre la base de la pacificación del país y reformas conensuadas que beneficien a los sectores más postergados de la sociedad. "Si no enfrentamos la pobreza y el hambre y no le damos educación a los jóvenes, el cambio será solamente una palabra vacía". El mandatario se abstuvo esta vez de hablar del escándalo de corrupción y financiamiento ilegal de la política que involucra a su hijo Nicolás y su exesposa, Daysuris Vásquez, y cuya onda expansiva ha provocado una crisis institucional. Ya había dicho todo en los días precedentes, cuando tomó distancia de la suerte judicial de su primogénito y se negó a dimitir.

El jefe de Estado hizo su balance público del primer año de gestión en la localidad de Tunja, a unos 150 kilómetros de Bogotá. Lo acompañaron la primera dama Verónica Alcocer y sus hijas Sofía y Antonella Petro, así como el presidente del Congreso, Iván Name, y la principal autoridad de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, donde la oposición de derechas intentará impulsar una acusación constitucional en su contra.

Petro no imaginaba conmemorar sus primeros 365 bajo semejantes circunstancias. No obstante, expresó su satisfacción por lo hecho. La inflación, dijo, se ha detenido, el salario se incrementó un 16%. Ni tuvo lugar la augurada catástrofe económica. "Estamos dejando atrás a un pasado de violencia y a un destino de que el poder solo pertenece a las castas. Nos dicen que incitamos la lucha de clases cuando buscamos un acuerdo nacional". El presidente tendió la mano a sus adversarios en un momento de debilidad. "Juntos llegamos mucho más lejos, Colombia no necesita fracturas". La paz, remarcó, no obstante, "surge de un acceso justo a la tierra, salud, trabajo digno y una vejez segura, no solo es desarme y movilización. Eso sería barrer el polvo debajo de la alfombra". Por eso, el acuerdo "no puede significar que el pobre siga arrodillado, recibiendo las migajas que caen de la mesa".

La "paz total" y el medio ambiente

A pocos días de haber comenzado el cese al fuego como parte del acuerdo con la guerrilla del ELN, Petro reivindicó la hoja de ruta que debe llevar a la "paz total". Las conversaciones con todos los grupos armados, entre ellos los paramilitares, las bandas de narcotraficantes y remanentes de las exFARC, se llevan a cabo en "enaltecer la vida". Los acuerdos "no son un negociado" sino un proyecto para terminan con "la violencia que acaba con el tejido social, con las juventudes y la gente más pobre". Como parte de esa voluntad, el Gobierno trata de cumplir con el acuerdo que se firmó con las FARC en 2016 para finalizar el conflicto armado.

Durante su intervención destacó los avances de la Reforma Agraria:"Hemos aportado 73.322 hectáreas al fondo de tierras. Esto corresponde a las compradas y recuperadas. Es poco para los tres millones de hectáreas que el Acuerdo de Paz impone". Subrayó al respecto que esas tierras no fueron expropiadas y se otorgarán “a quienes verdaderamente quieren trabajarla”.

Como en su discurso inaugural, el 7 de agosto de 2022, Petro puso el acento en la urgencia de poner en marcha una ambiciosa agenda ambiental. "La ciencia nos dice que estamos alcanzando un punto crítico de no retorno. Tanto que puede alcanzar la extinción de la vida. Tenemos que descarbonizar la economía y extender el uso de las energías limpias". Reivindicó en ese sentido que se haya puesto freno a la deforestación. Solo en la Amazonía colombiana, dijo, se salvaron 40.000 hectáreas en relación al año anterior. También defendió una de sus propuestas más criticadas: un giro radical en el modo de abordar el problema de la droga. Petro consideró que el flagelo no solo puede encararse desde la confrontación. Esa receta ha dado muy malos resultados. "No nos atemorizamos ante el reto de liderar las discusiones que necesita el mundo".

Respaldo en horas de fragilidad

La extendida alocución fue seguida con expectativa especialmente por las posibles menciones a la situación de su hijo, quien ha obtenido la libertad vigilada a cambio de colaborar con la justicia en la investigación del financiamiento ilegal de la campaña que llevó a su padre al poder. Si bien Nicolás Petro y su exesposa negaron que el actual presidente estuviera al tanto de lo que ellos hacían, entre otras cosas recibir dinero de personajes de dudosa reputación y quedarse con una parte para el beneficio personal, la gobernabilidad, estimó el diario El Espectador, atraviesa "un momento de fragilidad".

Antes de hablar al país, Petro recibió el respaldo de todos sus ministros. "El presidente que nosotros conocemos es transparente", dijeron. "Se equivocan quienes apuestan a que Gustavo Petro no terminará su mandato o quienes piensan que él o su campaña pueden estar vinculados a dineros de mala procedencia o no informados", dijo, por su parte, el ministro de Exteriores, Álvaro Leyva. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez reconoció, por lo pronto, que el escándalo puede obstaculizar en el Congreso el programa de ambiciosas reformas.