Ofensiva de Rusia

Turquía, el puente entre Ucrania y Rusia

Desde el inicio del conflicto, Ankara ha intentado mostrarse como el único país capaz de mediar entre Kiev y Moscú y se han logrado pequeños acuerdos

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el de Rusia, Vladímir Putin, durante el encuentro que mantuvieron en Astana el pasado 13 de octubre.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el de Rusia, Vladímir Putin, durante el encuentro que mantuvieron en Astana el pasado 13 de octubre. / Reuters

Adrià Rocha Cutiller

Las imágenes que salieron de ese encuentro son pocas pero claras: varios soldados ucranianos del regimiento de Azov se abrazan con sus esposas, corren a subir a sus hijos a sus espaldas. Hay infinitos besos y lágrimas. Habían pasado meses encerrados en la planta de Azovstal del puerto de Mariúpol, sitiados, casi condenados a muerte por un Ejército ruso que conquistó la ciudad entera y al que solo le quedaba lidiar con una pequeña resistencia condenada a la derrota.

El encuentro tuvo lugar el pasado octubre, un mes después de la liberación de los hombres, y aunque todos los soldados, mujeres y niños eran ucranianos, la reunión no fue en territorio ucraniano sino un lugar indeterminado de Turquía.

Desde entonces, estos encuentros siguen teniendo lugar, aunque ya sin focos ni cámaras. Siempre en Turquía, lejos de la batalla en Ucrania. Y así seguirá siendo: los 215 soldados ucranianos que defendieron la planta de Azovstal y que fueron intercambiados por 55 soldados rusos no podrán volver a su país mientras no termine la guerra. Esta fue la condición rusa para el acuerdo de intercambio de prisioneros, que fue conseguido con la mediación del país anatolio.

Un año después del inicio de la invasión de Ucrania, solo queda ya un puente que conecte Occidente y Moscú; y este pasa por Ankara, la capital turca. "Turquía ha estado intentando usar la invasión rusa para incrementar su influencia regional y global usando un rol de mediadora", escribe el analista ucraniano Ilya Kusa, miembro del think tank internacional Carnegie. "El acuerdo de cereal ucraniano firmado en Estambul en julio de 2022 fue un precedente. Rusia está preparada para realizar pequeños compromisos a cambio de que las sanciones se relajen, y parece no tener ninguna objeción a que Recep Tayyip Erdogan tenga el rol de mediador. Ucrania tampoco parece estar opuesta a esta mediación", añade.

A dos bandas

Así, desde el principio, el Gobierno de Erdogan ha estado jugando a dos bandas. Mientras Turquía ha mandado ayuda militar y vendido sus drones Bayraktar a Kiev, ha sido el único país de la OTAN que se ha negado a imponer sanciones a Rusia, y que además ha mantenido su economía y puertas totalmente abiertas a todos los rusos que quieran o salir de su país o sacar de allí su dinero.

Ankara, es cierto, tenía pocas opciones: con una crisis inflacionaria disparada, imponer sanciones al país de Vladímir Putin habría hundido aún más una economía ya de por sí en serios apuros.

Durante los últimos meses, Erdogan ha mantenido encuentros y llamadas telefónicas constantes con Putin. Ambos se tratan de amigos, y mientras la guerra en Ucrania avanza, los dos líderes han acordado vincular aún más sus economías. Rusia, por ejemplo, está construyendo la primera planta nuclear en suelo turco, y accedió a vender su gas en condiciones favorables a Ankara para sortear las dificultades de la exportación a Europa. 

Para Turquía, sin embargo, existen riesgos. Este mes, un alto funcionario del Departamento del Tesoro estadounidense viajó al país para mandar un aviso: las empresas y gobiernos que hagan tratos con empresas rusas sancionadas serán castigadas con sanciones secundarias

"Individuos e instituciones operando en jurisdicciones demasiado permisivas se arriesgan a potencialmente perder su acceso a los mercados de los países del G-7 como respuesta a realizar negocios con entidades sancionadas", dijo a la agencia de noticias Reuters un miembro anónimo del equipo estadounidense.

"No es una sorpresa... Rusia está activamente intentando usar su fuerza en las relaciones económicas históricas que tiene con Turquía. La cuestión ahora es cuál será la respuesta turca", dijo esta fuente anónima.