Un adolescente de 14 años murió la noche del jueves tras caer de una atracción en un parque de diversiones de Orlando, en el centro de (Florida), informaron las autoridades locales.

El hecho ocurrió en ICON Park, ubicado en el distrito turístico de Orlando, y tras ser atendido en el lugar el joven fue trasladado un hospital, donde posteriormente pereció a causa de sus heridas, según la Oficina del Alguacil del Condado de Orange.

Las autoridades no han revelado la identidad del fallecido ni otros detalles del hecho, cuya investigación se halla en sus etapas iniciales, según señalaron este viernes en un comunicado.

El adolescente cayó desde la atracción Orlando Free Fall, que empezó a operar desde diciembre del año pasado y es promocionada como la torre de caída libre más alta del mundo.

Medios locales aluden a videos que circulan en redes sociales, en los que presuntamente se escucha a los pasajeros de la atracción hablar sobre la seguridad de los asientos, tras lo cual la máquina empieza a trasladar a las personas hacia arriba.

John Stine, director de ventas y marketing de Slingshot Group, la compañía propietaria de la atracción, lamentó el suceso y señaló que se hallan cooperando con las autoridades.

"Operamos el viaje con todas las precauciones de seguridad en mente. Todo está en su lugar y es por eso que estamos haciendo esta investigación", señaló Stine, según recoge la filial de Orlando de la cadena Fox News.

Orlando Free Fall, de 430 pies (131 metros) de altura, tiene capacidad para hasta 30 personas, las cuales son elevadas para luego ser soltadas en una caída libre de más de 75 millas por hora (120 km/h) de velocidad, según la descripción en la página web del parque.

La atracción, como la vecina Orlando Sling Shot, ambas de propiedad de Slingshot Group, se hallan cerradas de manera indefinida dentro del parque mientras continúa la investigación.

Tal como informa el canal local WKMG, en setiembre de 2020 un joven de 21 años murió tras caer de la atracción StarFlyer de ICON Park mientras realizaba una inspección de seguridad a unos 230 pies (70 metros) de altura.