La palabra estabilidad ha sido una de las más repetidas por el primer ministro portugués, el socialista António Costa, durante la reciente campaña electoral para las elecciones legislativas celebradas este domingo. Una estabilidad de la que gozará en los próximos cuatro años, y que agradeció a sus votantes en la noche electoral, tras lograr la mayoría absoluta en las urnas. Este domingo, los electores de izquierdas optaron por la propuesta socialista de las ‘contas certas’ (las cuentas bien hechas) y penalizaron las políticas de los antiguos socios del Gobierno, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués, que rechazaron los presupuestos socialistas el pasado octubre por la falta de acuerdo en medidas como la subida del salario mínimo o en el refuerzo del Sistema Nacional de Salud (SNS).

La política económica de los socialistas se ha basado en los últimos dos años en un equilibrio presupuestario que, por un lado, permitiera aprobar apoyos para las familias, los pensionistas y las clases trabajadoras y, por el otro, mantener a raya el déficit y conseguir reducir la elevada deuda pública que arrastra el país -de un 131,4% del PIB en el tercer trimestre de 2021-, una de las más altas de la Unión Europea. Esta estrategia, demasiado conservadora para los antiguos socios del Gobierno, fue lo que hizo implosionar las relaciones en octubre, y ahora que los socialistas ya no necesitan apoyo externo para sacar adelante sus políticas, el principal temor de los partidos de izquierdas es que la contención del gasto social se acentúe todavía más.

Crecimiento económico

Para garantizar la sostenibilidad de sus políticas sociales, el Gobierno socialista se ha fijado dos objetivos ambiciosos hasta el fin de la legislatura en 2026. El primero, que el crecimiento del país en los próximos cuatro años sea al menos 0,5 puntos superior a la media de la Unión Europea y un punto superior a la de la zona Euro. Algo que por ahora parece alcanzable. Los últimos datos económicos, publicados este lunes, muestran un crecimiento del 4,9% del PIB en 2021, una décima por encima de las previsiones del Gobierno, mientras que el objetivo es superar el 5,5% en 2022. “Este es un resultado muy positivo para Portugal, que muestra que la economía nacional está en una fuerte recuperación”, ha valorado el ministerio de Finanzas en un comunicado. 

El segundo objetivo que tratará de alcanzar el nuevo Gobierno es el de aumentar el número de empresas exportadoras en un 25% respecto a 2017, para alcanzar un volumen de exportaciones equivalente al 53% del PIB. Un objetivo clave para impulsar el crecimiento y que, según el ministro de Economía, Pedro Siza Vieira, ya se ha reactivado en 2021. “La recuperación de la economía se debe a un aumento del consumo interno y a la aceleración de nuestras exportaciones a lo largo del año pasado. Es una buena trayectoria, después de una caída tan brusca del PIB en 2020”, ha señalado. 

Deuda pública

Los buenos datos económicos previstos por el Gobierno serán claves para poder lograr el objetivo de reducir la deuda pública hasta el 110% en 2026. Un objetivo ambicioso que será difícil de alcanzar en caso de que siga subiendo la inflación y los tipos de interés, según el politólogo de la Universidad de Lisboa António Costa Pinto. “El Gobierno querrá mantener su política económica incluso si siguen subiendo los tipos de interés, y esto puede generar algunos conflictos con la izquierda”, explica Pinto, quien destaca que la mayoría absoluta de los socialistas llevará a una oposición mayor de los sindicatos, ligados al PCP.

El Gobierno pretende articular la reducción de la deuda con una serie de medidas destinadas a las personas con menos ingresos, como la aplicación de dos nuevos tramos en el impuesto sobre la renta, las guarderías gratuitas en 2024 -más tarde de lo que exigían sus antiguos socios-, la inversión de 700 millones de euros en el SNS o la subida del salario mínimo hasta los 900 euros en 2026, lo que supone un incremento de 195 euros respecto al valor actual.

Fondos de recuperación

La vuelta a la actividad parlamentaria permitirá al Gobierno hacer los ajustes necesarios para dar cabida a los fondos de recuperación europeos. Unos fondos que ascienden a 16.000 millones de euros y que, según la profesora de economía de la Universidad Nova de Lisboa Susana Peralta, ayudarán a impulsar al Ejecutivo en la próxima legislatura. “El Gobierno socialista podrá gastar este dinero para implementar las políticas que considere más adecuadas. Este hecho, sumado a la habilidad de Costa, contribuirá a mejorar la imagen del Ejecutivo”, a pesar de que, según la profesora, la propia mayoría absoluta también puede traer algún desgaste por una posible falta de transparencia en la gestión de los fondos. 

Peralta subraya que, desde el punto de vista económico, es muy difícil que la popularidad del nuevo Gobierno salga perjudicada, aunque admite que el crecimiento previsto para la próxima legislatura no evitará el deterioro de la imagen de Costa. “A pesar de ser un político talentoso y con un enorme capital político, no podemos esperar que después de diez años de Gobierno no sufra algún impacto”.