El presidente ruso, Vladímir Putin, no quiere que las conversaciones bilaterales que Rusia quiere iniciar con EEUU sobre la seguridad en el continente europeo se prolonguen indefinidamente. En su rueda de prensa anual, el líder del Kremlin ha mantenido este jueves el tono prebélico de sus últimas intervenciones y ha exigido recibir de Washington garantías inmediatas de seguridad.

"¿Y ustedes me exigen a mí alguna garantía? Son ustedes quienes deben darnos garantías. Ustedes, inmediatamente ahora; y no empantanar las negociaciones durante décadas", ha advertido el máximo mandatario ruso. 

Después de que Rusia hiciera públicos dos borradores de tratado en el que se estipulaban, entre otras demandas rusas, retirar la promesa a Georgia Ucrania de que en el futuro serían miembros de pleno derecho de la OTAN y conceder a Moscú una suerte de derecho de veto en los despliegues de tropas aliadas que pudieran realizarse en los países que integraron en el pasado el Pacto de Varsovia, EEUU ha respondido afirmativamente a la demanda de iniciar conversaciones a partir de "enero", aunque a la vez destacando que algunas de las condiciones planteadas por la parte rusa eran "inasumibles". Además, la Casa Blanca ya ha dado a entender que bajo ningún concepto negociaría ni pactaría nada a espaldas de su aliado.

El presidente ruso ha reiterado, una vez más, que su país no amenaza "a nadie", a la vez que ha justificado la exigencia de un veto por escrito al ingreso de Kiev en la alianza militar occidental. "Es inadmisible, ya que significaría el emplazamiento de armamento ofensivo en el país vecino", ha enfatizado. Pese a todo, ha dado la bienvenida a la disposición de Washington de iniciar conversaciones próximamente, calificándolo de reacción "positiva".

Cita en Ginebra

"La pelota está en su campo; ellos nos deben responder; los estadounidenses dicen que están dispuestos a esas negociaciones, a principios de año en Ginebra. Los representantes de ambas partes ya han sido designados; espero que las cosas avancen por esa senda", ha deseado, al tiempo que ha recordado con ira cómo la OTAN había "engañado" a Rusia con las sucesivas ampliaciones desde el final de la Guerra Fría del siglo XX. A la vez, ha calificado de "provocador" el comportamiento del Gobierno de Kiev.

Otro de los temas destacados de la cita anual del mandatario ruso con el cuerpo de prensa local y foráneo ha sido el suministro del gas al continente europeo. Numerosas voces han acusado a Moscú de reducir de forma deliberada los envíos de esta fuente de energía, vital en la producción de electricidad, en un momento en que Europa lucha por reducir el precio final de la luz a los consumidores. "Gazprom está ofertando todos los volúmenes requeridos bajo los contratos actuales", ha enfatizado, a la vez que ha recordado la vieja aspiración rusa de que Europa firme contratos a largo plazo con el objetivo de garantizar los ingresos futuros del país. "Con contratos a largo plazo, el precio del gas es tres, cuatro, seis o siete veces más barato". Occidente, por el momento, no parece muy dispuesto a aceptar la oferta de Moscú. Más bien todo lo contrario; se debate la posibilidad de buscar fuentes alternativas de suministros debido a las tensiones geopolíticas.