El primer ministro socialdemócrata sueco Stefan Löfven anunció este lunes que presentará su dimisión para tratar de formar un nuevo Gobierno, después de que su Ejecutivo rojiverde en minoría fuese derrocado hace una semana en una moción de censura histórica.

"A un año de las elecciones y en medio de una pandemia, unos comicios extraordinarios no son lo mejor para Suecia. He pedido la dimisión como primer ministro", anunció en rueda de prensa Löfven, que tenía de plazo hasta este lunes para tomar una medida, o dimitir o convocar elecciones.

Löfven considera que la situación es la misma que en otoño de 2018, después de las últimas elecciones, cuando ninguno de los dos bloques obtuvo mayoría y acabó firmando un pacto con centristas y liberales para aislar al ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) y continuar gobernando en minoría, como la anterior legislatura.

El líder socialdemócrata no quiso especular sobre las posibles coaliciones e insistió en que ahora debe ser el presidente del Parlamento, Andreas Norlén, el que inicie la ronda de conversaciones con los líderes políticos para sondear su disponibilidad. "Tenemos una situación política y parlamentaria muy difícil", afirmó Löfven, cuyo partido es la principal fuerza parlamentaria, con 100 de los 349 escaños de la Cámara; seguida por los conservadores de Ulf Kristersson, con 70, y el SD, con 62.

Una moción histórica

Löfven se había convertido hace una semana en el primer jefe de gobierno sueco en ejercicio derribado por una moción de censura, posibilitada por los votos del Partido de Izquierda, aliado externo suyo; el SD, los conservadores y los democristianos.

La Izquierda, fuera del pacto de gobierno al que le daba mayoría con sus votos, había avisado en 2019 de que le retiraría su apoyo si cumplía dos puntos del acuerdo con centristas y liberales: las reformas del mercado laboral y del régimen de alquileres.

El causante de la moción fue el proyecto, exigencia centrista, de que los alquileres de nuevas propiedades dejen de estar regulados y puedan ser acordados según el valor de mercado. Durante la semana transcurrida desde la moción, los centristas retiraron la propuesta y la Izquierda se ofreció a apoyar un nuevo acuerdo, pero la negativa de aquellos a pactar con excomunistas o con el SD y la decisión de los liberales de regresar al centroderecha enquistaron la situación.

La raíz del problema está ligada al vacío que el resto de fuerzas han hecho al SD desde que entró en el Parlamento en 2010, que han permitido gobernar a Löfven desde 2014 pese a no tener mayoría. Conservadores y democristianos aceptan desde hace un año gobernar en el futuro con el apoyo del SD, opción a la que se ha abierto el Partido Liberal, aunque entre los cuatro no tienen mayoría.