Al menos dos personas han muerto y otras diez han resultado heridas este martes durante las manifestaciones celebradas en la capital iraquí, Bagdad, en protesta por la muerte de manifestantes y activistas en las anteriores marchas organizadas para exigir avances democráticos en el país.

La jornada ha transcurrido tranquila hasta que la Policía ha comenzado a utilizar gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes alrededor de las 18.00 (hora local), informa la red de medios Rudaw. "Las fuerzas iraquíes utilizan una violencia excesiva contra los manifestantes. La violencia parece ser el comportamiento de los gobiernos iraquíes", ha denunciado, publicando en Twitter un vídeo de la actuación policial, el Observatorio de Derechos Humanos de Irak.

Hasta entonces, los manifestantes habían coreado consignas contra el Gobierno iraquí al que acusan de corrupto e incapaz y exigiendo justicia por la muerte de más de una treintena de personas en las protestas que se han estado celebrando durante los últimos tres años en Irak. A las movilizaciones de este lunes han acudido varias personas de diferentes puntos del país para marchar hasta la plaza Tahrir, epicentro de las protestas a lo largo de estos años.

Tras los incidentes, el primer ministro iraquí, Mustafá al Kazemi, ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno abrirá "una investigación transparente sobre la verdad sobre lo ocurrido en los últimos momentos de la manifestación de la Plaza Tahrir para descubrir las circunstancias" en las que se ha dado la muerte de los manifestantes. Además, ha agregado que la Administración apoya "la libertad de protesta pacífica en Irak", por lo que ha emitido "órdenes estrictas para la protección de las manifestaciones, la moderación y la prohibición del uso de balas reales por cualquier motivo". "La seguridad es responsabilidad de todos y todos debemos participar para preservarla", ha concluido el líder.

Por su parte, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI) ha condenado lo ocurrido durante esta jornada de protestas y ha insistido en que "solo la rendición de cuentas detendrá el patrón de ataques mortales contra activistas cívicos y políticos". "La rendición de cuentas es clave para la estabilidad de Irak. El pueblo iraquí tiene derecho a saber. Si los perpetradores piensan que han silenciado las voces, solo las han amplificado", ha escrito en su cuenta de Twitter la UNAMI.

Desde octubre de 2019, las regiones del centro y del sur de Irak han sido escenario de varias manifestaciones en las que se ha exigido la salida del Gobierno y mejores políticas para hacer frente a la corrupción, el desempleo y la escasez de servicios público endémicos que arrastra el país.

El Observatorio de Derechos Humanos de Irak ha denunciado que desde 2019, unas 34 personas han muerto en el marco de estas protestas y otras 81 han sufrido torturas e intentos de asesinato.

Las protestas de este martes se desencadenaron tras la muerte a principios de mes del activista iraquí Ihab Jawad al Wazni, muerto a tiros por hombres armados frente a su casa en Karbala, en el centro de Irak.