El que fuera principal asesor de Boris Johnson, el polémico Dominic Cummings, ha reprochado al primer ministro de marcharse de vacaciones dos semanas en febrero, durante el avance de la crisis del Covid, retrasando unas medidas que hubiera salvado vidas. En su comparecencia ante el comité de Ciencia y Salud del parlamento británico, Cummings ha acusado al gobierno de Johnson de "fallar desastrosamente" en la respuesta a la pandemia y ha pedido perdón a las familias de los que "han muerto innecesariamente".

"La verdad es que los ministros de alto nivel, los funcionarios de alto nivel, los asesores de alto nivel como yo, estuvieron desastrosamente por debajo de los estándares que el público tiene derecho a esperar de su Gobierno en una crisis como ésta", ha afirmado el ex asesor, cesado bruscamente por Johnson el pasado mes de noviembre. "Me gustaría decir a todas las familias de los que murieron, innecesariamente, cuánto lamento los errores que se cometieron y mis propios errores".

Mentiras y falta de preparación

De acuerdo con Cummings, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, tenía que haber sido cesado por una veintena de razones, “incluido el mentir a todo el mundo en múltiples ocasiones, reunión tras reunión y públicamente.” A modo de ejemplo relató como Hancock aseguró al gabinete ministerial, poco antes de que Johnson cayera enfermo, que no había problema alguno con el material sanitario de protección. Cuando se comprobó que aquello no era cierto le echó la culpa a uno de los directivos de la sanidad pública (NHS) en Inglaterra. 

El exasesor afirma que "el número 10 de Downing Street no estaba operando en pie de guerra en febrero frente al de ninguna manera. Mucha gente clave estaba literalmente esquiando a mediados de febrero", ha indicado. "No fue hasta la última semana de febrero que hubo realmente algún tipo de sentido de urgencia ".

Inyectarse Covid en televisión

Johnson no creía que el virus fuera peligroso, consideraba que era "una historia para meter miedo". Incluso llegó a plantearle a Chris Whitty, el principal asesor médico del gobierno, el que le inyectarse con Covid en directo en televisión para tranquilizar a la gente. El primer ministro terminaría contagiado y acabaría hospitalizado e ingresado unos días en cuidados intensivos.

En otro momento se discutió el que, durante una entrevista en televisión, Johnson comparara el coronavirus con la varicela, y propusiera un plan para lograr inmunidad de grupo similar a los llamadas "fiestas de la varicela", en el que los niños se contagian unos a otros. Las advertencias de que podría haber miles de muertos, le disuadió, pero la estrategia en una reunión celebrada el 9 de marzo pasaba por conseguir la inmunidad de grupo, algo que ahora niega el gobierno. La lógica, según Cummings, era que en ese momento no se creía que fuera posible obtener una vacuna durante el 2020 y se "asumía" que la única opción era obtener esa inmunidad colectiva septiembre, después de un pico muy pronunciado de casos, o para enero del 2021.

Los bombardeos de Trump

Al margen de lo ocurrido con las discusiones sobre la estrategia de la pandemia, Cummings ha rebelado un hecho insólito y desconocido hasta ahora. En la mañana del 12 de marzo, cuando estaban debatiendo la crisis sanitaria, se presentó “la gente del servicio de seguridad nacional” y les informó de que “Trump quería que nos uniéramos a una campaña de bombardeos en Oriente Medio esa noche”. Aquello “perturbó completamente” las reuniones en marcha sobre coronavirus y cuarentena. En una parte de la residencia oficial se estaba hablando de bombardear Irak, en otra parte de medidas de aislamiento y “la novia del primer ministro” (Carrie Symondsentre tanto “andaba completamente enloquecida” con las historias que la prensa estaba contando sobre su perro.