La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que se sintió "sola y herida" durante el incidente protocolario que se registró en la visita a Turquía, donde quedó relegada a un sofá durante la reunión tripartita con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

"Soy la presidenta de la Comisión Europea y así es como esperaba ser considerada en la visita. Pero no fui tratada así. No he encontrado justificación en los tratados, por lo que concluyo que pasó porque soy mujer y no habría pasado si llevase traje y corbata", ha asegurado la presidenta del Ejecutivo europeo en una intervención ante el Parlamento Europeo centrada en la visita de los dirigentes comunitarios a Ankara.

En este sentido, ha reconocido que se sintió "herida y sola" durante el percance, tal y como quedó reflejado en las imágenes del encuentro, y ha insistido en que afecta a los valores de la propia Unión y demuestra la falta de igualdad que enfrentan las mujeres. "Gracias a esos vídeos se hizo viral y generó titulares. No hizo falta subtítulos, ni traducción, las imágenes hablan por si solas", ha señalado.

A juicio de Von der Leyen, este episodio sexista debe servir para redoblar la defensa de los derechos de la mujer empezando por reivindicar la Convención de Estambul sobre violencia contra la mujer, del que la propia Turquía ha anunciado su intención de salir. Así, la jefa del Ejecutivo comunitario ha pedido "actuar en casa" y ha puesto el acento sobre los siete estados miembros que no han ratificado el convenio y ha alertado de que otros piensan salirse. "Esto es inaceptable. Toda violencia contra la mujer es un crimen. Deberíamos llamarlo así y que sea castigado así", ha dicho la conservadora alemana, para reiterar que toda la UE debe sumarse a la Convención y ha anunciado nuevas medidas este año para combatir la violencia contra las mujeres en la red y fuera de ella.