El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó hoy "en los términos más enérgicos" el asalto de una turba contra oficinas de la ONU en el norte de Afganistán, en un incidente que se saldó con al menos once muertos. En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Obama lanzó un llamamiento a la calma e instó a todas las partes a "rechazar la violencia y resolver las diferencias mediante el diálogo". El presidente estadounidense subrayó que el personal de Naciones Unidas, incluidos los empleados afganos, "lleva a cabo su trabajo para favorecer al pueblo afgano" y su labor "es esencial para construir un Afganistán más fuerte en beneficio de todos los ciudadanos". Siete empleados de la ONU y cuatro civiles murieron hoy durante el asalto de una turba a la sede del organismo en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, en protesta contra la quema de un ejemplar del Corán, el pasado 20 de marzo, en una iglesia estadounidense. Tras la oración del viernes, día sagrado musulmán, varios miles de personas se concentraron frente a la sede que la misión de la ONU en el país (UNAMA) tiene en Mazar i Sharif la ciudad, la más importante del norte afgano, y tras lanzar proclamas comenzaron a apedrear las instalaciones. Algunos de los manifestantes terminaron por arrebatar las armas a los guardas de seguridad del recinto, comenzaron a disparar y, tras irrumpir en el edificio, prendieron fuego a las instalaciones, señaló a Efe un portavoz policial, Lal Mohamad Ahmadzai.