El Gobierno ha expresado hoy su condena por la represión ejercida por las autoridades sirias contra la población civil en la ciudad de Deraa, al sur del país, que han causado más de una decena de muertos y numerosos heridos. El Gobierno, en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, asegura que el uso de la violencia, de la intimidación y de las detenciones arbitrarias de ciudadanos son "una vía inaceptable para enfrentarse a los cambios profundos que están teniendo lugar en el mundo árabe y a los que Siria no puede permanecer ajena". Además de mostrar su "gran preocupación" por los incidentes, el Ejecutivo hace un llamamiento para que se respete el "derecho legítimo de los manifestantes a exponer sus reivindicaciones de manera pacífica". También reclama que se abra un diálogo con quienes demandan reformas en el país. Las protestas en favor de más democracia que surgieron en países como Egipto, Túnez o Yemen el pasado mes de enero se han extendido en los últimos días a Siria. El presidente sirio, Bachar el Asad, ha anunciado hoy que va a estudiar la posibilidad de levantar el estado de emergencia, vigente desde 1963, y a formar una comisión para que investigue lo sucedido en Deraa. Las informaciones facilitadas por activistas de derechos humanos sirios señalan que las fuerzas de seguridad dispararon ayer, miércoles, contra los asistentes a un funeral en Deraa, causando la muerte de al menos una decena de personas y un número de heridos aún por determinar. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, se reunió en Damasco con Al Asad el pasado día 15 en el marco de una gira por Oriente Próximo. Jiménez afirmó que el presidente sirio le había expresado su voluntad de hacer reformas democráticas para adaptar su régimen al proceso de cambios que vive el mundo árabe. Al Asad preside el país desde julio de 2000 tras el fallecimiento de su padre, Hafez el Asad, quien estuvo durante treinta años en el poder. Siria tiene un papel clave en el conflicto de Oriente Próximo por su enemistad con Israel y sus lazos con Irán y otros países árabes.