El líder libio Muamar Gadafi ha subrayado que su pueblo debe "aplastar" el complot que se ha montado en su contra, y ha señalado que si decidiera utilizar la fuerza, algo que no piensa hacer, le bastaría un solo día para controlar la totalidad del país. "Hay un complot contra el pueblo libio, sea imperialista, venga de Al Qaeda o bien del interior", ha señalado Gadafi en una entrevista publicada este jueves por el diario francés Le Figaro, antes de afirmar que "el pueblo libio debe aplastarlo". Ha asegurado que con la capital de los rebeldes, Bengasi, su objetivo es "liberar a la población de las bandas armadas", y ha advertido de que "es muy posible" que esas fuerzas maten a civiles y acusen de esas muertes al Ejército. Desmantelamiento progresivo Preguntado sobre cuánto tiempo se da para controlar el país, ha respondido: "Si utilizáramos la fuerza, nos bastaría con un solo día. Pero nuestro objetivo es desmantelar progresivamente esos grupos armados recurriendo a diferentes medios como rodear ciudades o el envío de mediadores". Ha avanzado que "es bastante posible" que los miembros del Consejo Nacional de Transición que se constituyó en Bengasi huyan a Egipto, y ha asegurado que perdonará a los antiguos ministros suyos o diplomáticos que se integraron en esa estructura porque lo hicieron como "rehenes". En cualquier caso, ha negado la posibilidad de negociar con los rebeldes, con el argumento de que "Al Qaeda no dialoga con nadie. Si el mundo quiere hablar con Al Qaeda, que dialogue con (Osama) Bin Laden". Oposición de grupos armados Gadafi ha insistido en que "no hay oponentes en Libia" sino solo "grupos armados" porque si el pueblo no está contento, puede manifestar sus demandas en los comités que existen: "Puesto que es el pueblo mismo el que se gobierna, no hay problema". Por esa misma razón, ha descartado las reformas: "No hay razón de que el acontecimiento accidental que afrontamos lleve a un cambio porque, según el funcionamiento de Libia, el poder está en manos del pueblo". Guía de la revolución Y a la cuestión de si podría retirarse del poder, como ocurrió con los presidentes de Túnez o Egipto, ha señalado, entre risas, que él es solo "el guía de la revolución libia" y que como tal no puede "trabajar contra la voluntad del pueblo". "En Túnez y en Egipto, los pueblos estaban contra sus gobiernos. En Libia, por el contrario, el pueblo está conmigo", ha concluido. Gadafi ha reiterado las acusaciones de que financió la campaña electoral del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en los últimos días se ha destacado por proponer a la comunidad internacional acciones militares contra el régimen libio para evitar que aplaste al Consejo Nacional de Transición, al que ha reconocido como interlocutor. Pero Le Figaro ha indicado que el líder libio no le ha aportado ninguna prueba. El Elíseo ha comentado que "Gadafi quiere orientar el debate hacia la política interior francesa mientras perpetúa masacres con su población".