Barack Obama recibe hoy en la Casa Blanca a Luiz Inácio Lula da Silva. "El inusitado encuentro entre un presidente que fue obrero y un negro que, elegido presidente, puede alterar la historia de EEUU", celebraba el diario brasileño Jornal do Comercio . El presidente de Brasil ha viajado a Washington en calidad de líder regional. En los 20 minutos que estará a solas con su anfitrión, ante la única presencia de un traductor, hablará de la crisis internacional y la cooperación bilateral. Pero, además, pondrá sobre la mesa temas urticantes: Venezuela, Bolivia y Cuba.

Marco Aurelio García, el asesor de Lula en asuntos internacionales, anticipó que el presidente brasileño y Obama intentarán elaborar una agenda común cara a la cumbre del G-20 (países industrializados y emergentes) que se celebrará el 2 de abril en Londres para buscar salidas al colapso financiero global.

Lula no solo es el primer mandatario latinoamericano que entrará en el despacho de Obama. Lo hará, además, a las puertas de la Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril. Y con el visto bueno del líder venezolano, Hugo Chávez, para plantear ante su interlocutor la posibilidad de una vía de distensión entre Washington y Caracas. El brasileño quiere plantear la situación boliviana.

"Ni EEUU ni Cuba nos pidieron una mediación. No tenemos poder de ninguna de las partes para actuar como intermediarios", dijo Marco Aurelio García. Pero el canciller Celso Amorim admitió que las referencias al tema cubano serán "inevitables" en el diálogo, por lo "anómalo" de la relación entre Washington y La Habana.