Tenía 93 años muy batallados, pero hasta el último instante Josefina Liébana fue una mujer incombustible y de memoria prodigiosa, que vivía rodeada de cuadros y recuerdos en su abigarrado apartamento de la plaza de San Miguel. Nacida en Torredonjimeno (Jaén), aunque siempre se consideró cordobesa, era la mayor de ocho hermanos, y eso le creó un sentido protector de la familia que extendía como un manto generoso sobre cuantos la rodeaban, siempre desde el anonimato doméstico. Josefina dejaba el protagonismo para los demás, como su hermano Ginés, el gran pintor que la eternizó en lozana madurez (retrato que ilustra estas líneas). Con Ginés, que era la niña de sus ojos aunque a veces chocaran sus caracteres fuertes, compartió todo desde la infancia: buenos y malos tiempos --arrastrados por tragedias de la guerra y luego por una viudedad prematura--, arte, poesía y vida. Hija de una bordadora que acabó metida a monja, se hizo íntima de todos los miembros del grupo Cántico de la mano de su hermano y de Pablo García Baena, "mi amigo del alma hasta que la muerte nos separe", solía decir ella mientras, tras las cortinas de su balcón, aguardaba emocionada las visitas periódicas que nunca dejó de hacerle el poeta. Amigos hasta el final. Su funeral se celebrará hoy a las 11 en San Miguel.

OTROS FALLECIDOS

Lucía Lovera García. 64 años. Córdoba.

Francisco Torronteras Rojas. 76 años. Córdoba.

Francisco Aguilar Gómez. 91 años. Córdoba.

Isabel Rísquez Olmo. Córdoba.

Cristóbal Merino Ambrosio. Córdoba.

Rafael Alcaraz González. Córdoba.

Carmen Molina Rodríguez. 73 años. Priego de Córdoba.

Pablo Guzmán Arroyo. 86 años. Cabra.