Manoli Jiménez Delgado, la joven montillana aquejada de parálisis cerebral desde su nacimiento, ha regresado de Cuba. Durante 3 meses ha luchado con todas sus fuerzas en el Centro Neurológico de La Habana, especializado en este tipo de dolencias, prácticamente desahuciada. El dolor y la enfermedad han convertido prematuramente en mujer a esta joven para la que no existe el desaliento. Se encuentra pletórica: "Mi recuperación ha sido fantástica y para los médicos, un éxito". Ahora ha vuelto a su pueblo, agotados los recursos económicos que le aportaron sus paisanos. Y no ha dudado en presentarse públicamente para dar las gracias a todos. Le gustaría hacerlo de uno en uno, pero no es posible.

Manoli no necesita explicar nada. Su cara lo dice todo. Ha mejorado notablemente, hasta el punto de ponerse en pie sin ayuda de nadie y mantener su cuerpo erguido cuando hace solo unos meses estaba desplomada en su silla de ruedas. Manoli no anda, de momento, pero ha conseguido mejorar su calidad de vida, estirar músculos y tendones y mantener el equilibrio. La lucha no ha hecho más que empezar. Y ella lo sabe, pero no desfallece. La experiencia de esta heroína empuja a amar la vida, a valorar lo que se nos da y a luchar contra las limitaciones. Manoli volverá a tender su mano para pedir ayuda. Y lo hará sin pudor. Nos regalará, eso sí, una sonrisa cargada de humanidad y de esperanza.