Las lenguas cooficiales

España reactiva el debate sobre la oficialidad del catalán en la UE apelando a la "identidad nacional"

El ministro Albares emplaza al PP a sumarse e impulsar el reconocimiento tanto en el Consejo como en el Parlamento Europeo

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. / EFE

Silvia Martínez

España intentará revitalizar este martes en el Consejo de Asuntos Generales el debate sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE de la mano de un memorándum distribuido entre las restantes 26 delegaciones en el que resumen “negro sobre blanco” todos los “sólidos argumentos” de por qué las tres lenguas deben ser consideradas oficiales en la UE. “Es una reivindicación que el Gobierno de España no va a abandonar porque es nuestra identidad nacional y porque la Unión Europea debe proteger tanto la identidad nacional de todos los Estados como el multilingüismo”, advirtió el lunes el ministro de exteriores español, José Manuel Albares.

Aunque la propuesta, presentada por España en septiembre pasado, estuvo en la agenda de todas y cada una de las reuniones de ministros de asuntos europeos en el semestre de presidencia española de la UE, durante la segunda mitad de 2023, cuando Bélgica asumió la presidencia rotatoria de la UE optó por meter el asunto en un cajón a la espera de avances desde el punto de vista jurídico, político y práctico. Desde entonces, según fuentes diplomáticas, el asunto no se ha abordado en ningún grupo de trabajo y los “análisis internos” están todavía en marcha por lo que no se espera ningún debate. De ahí, explican las mismas fuentes, que no espere ningún “debate. Es un punto de información. Es una comunicación del ministro (…). Creo que lo más que podemos hacer es tomar nota del documento”.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido reactivar el debate a partir de un documento de tres páginas y dieciséis puntos distribuido junto a una breve carta de Albares en la que recuerda al resto de capitales europeas que se trata de una “prioridad” para España como parte de la “identidad nacional española inherente a su estructura fundamental, política y constitucional”, señala la breve misiva en la que subraya que la diversidad que representan estas tres lenguas está también en el centro de la rica herencia cultural y lingüística europea.

¿Cuál es el valor añadido de este nuevo ejercicio? Que recoge todos los argumentos de España en un “único documento. Nadie podrá decir que necesita más tiempo de reflexión o que no los ha conocido (los argumentos) aunque han sido expresados personalmente por mí en muchos Consejos. (…) Yo creo que ya les quedaba claro a todos nuestros socios, pero todavía les quedará más claro mañana”, insistió Albares.

Los argumentos de España

El memorándum se hace eco de la importancia de la diversidad lingüística, protegida tanto por el Tratado de la UE como por la Carta Europea de Derechos fundamentales, y subraya que es un “elemento esencial” de la identidad nacional y constitucional española, recogida en el preámbulo de la Constitución, que requiere que las autoridades públicas protejan los derechos lingüísticos de los ciudadanos a utilizar estas lenguas. “Este deber de las autoridades públicas españolas se extiende a todas las esferas incluida la UE”, avisan. El texto también apunta a otro de los argumentos esgrimidos por España desde el año pasado: el peso “demográfico significativo” que tienen tanto a nivel doméstico como europeo: “alrededor de 20 millones de personas viven en España -y, por tanto, en la UE- en regiones con una lengua oficial distinta al español”, recuerdan.

Y lo más importante, ante las reservas de los países más reacios, que la reforma del reglamento 1/58 que regula el uso de las lenguas oficiales “no pretende crear nuevos derechos, ni ahora ni en el futuro”. Al contrario, pretende resolver una situación “extraordinariamente anómala en el contexto lingüístico de la UE”. Y es que, según avisa España, las tres lenguas son lenguas nativas de un Estado miembro, están reconocidas en la Constitución, se utilizan en ambas cámaras del Parlamento español, la legislación se traduce a estas lenguas, han sido utilizadas desde hace más de una década en las instituciones europeas gracias a acuerdos administrativos, los tratados se han traducido a las mismas y se han depositado copias certificadas en el Consejo y el España se ha comprometido a asumir el coste que tendrían la oficialidad.

Aunque el Gobierno aspira a lograr el aprobado de la reforma “lo antes posible”, el ministro admite que tienen que ser realistas. “Necesitamos unanimidad en la mesa del Consejo y necesitamos una mayoría en la mesa del Parlamento Europeo”. Esto significa sumar a bordo a gobiernos y eurodiputados de la familia del Partido Popular Europeo. “Si el PP quisiera mañana mismo en la mesa del Parlamento Europeo podríamos convertir en lengua de trabajo al euskera, al catalán y gallego. Si nos ayudara a seguir explicando mejor a los países representados en el Consejo de su familia política podríamos conseguir también esa oficialidad”, zanjó Albares emplazando al PP a sumarse a la campaña por la oficialidad.