Bienestar animal

Condenada por vender un perro enfermo y causar daños morales a la compradora

La justicia ha condenado a la vendedora a un año de cárcel y a indemnizar a la compradora tanto por daños morales como por los 2.000 euros que gastó intentando salvar la vida del animal

Condenada por vender un perro enfermo y causar daños morales a la compradora.

Condenada por vender un perro enfermo y causar daños morales a la compradora. / EFE

Alberto Muñoz

La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca ha condenado a una mujer a un año de prisión por estafa por engañar a una compradora a la que vendió por internet un perro a sabiendas de que estaba muy enfermo y que seguramente no iba a sobrevivir. Corretejaos, que era el nombre del animal, era un cachorro que había tenido que ser hospitalizado de urgencia durante todo el verano por su grave estado de salud, y que, de hecho, falleció apenas tres semanas después de ser entregado a su nueva dueña. Por eso, la justicia ha condenado a la estafadora a pagar también una indemnización no solo por el perjuicio económico causado, más de 2.000 euros entre facturas médicas y el billete de avión, sino también por los daños morales, que cuantifica en 300 euros..

En una sentencia a la que ha tenido acceso El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, la justicia explica que la vendedora, una mujer residente en Andalucía"ocultó el alcance de las patologías" que padecía el perro durante las negociaciones para su venta a través de la página web MilAnuncios. Diagnosticado el 4 de agosto con una enfermedad intestinal, parásitos, coronavirus, deficiencias en el sistema inmunitario, anemia, desorden hidroelectrolítico y otras patologías que le tuvieron hospitalizado durante veinte días, la estafadora dijo a la compradora que el perro estaba mejorando y que había sido dado de alta sin ningún tratamiento, lo cual no era cierto.

El tribunal, que no le atribuye maltrato animal porque no se puede probar que el perro no estuviera atendido, pero que sí destaca la "escasa credibilidad" de la acusada, explica por ejemplo que en un reciente recurso ésta sostuvo que ofreció otros hermanos de Corretejaos más sanos, pero que fue la compradora quien se encaprichó de él. Sin embargo, el veterinario que atendió al cachorro en el verano de 2020 en el que sucedieron los hechos declaró durante el juicio que el resto de su camada también tenía una enfermedad vírica a la que solo sobrevivió él, aunque fuera durante poco tiempo.

Llegó con el tiempo justo

En ese sentido, la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca destaca también la forma en que se produjo la entrega del animal. La compradora, que residía en Baleares, hizo una transferencia de 420 euros y se desplazó hasta el aeropuerto de Sevilla para recoger al perro, al que esperaba en un buen estado de salud por los últimos informes que había recibido de él.

La entrega se fijó para el 2 de septiembre, es decir, poco más de una semana después desde que abandonara el hospital bajo la premisa de acudir a revisión cada cuatro días para seguir su evolución, lo que no se cumplió y tampoco se comunicó a la nueva dueña. Y, como dice el tribunal, a fin de que "no pudiera apreciar de forma detenida el estado físico del can, si bien pudo apreciar que no tenía casi pelo, que tenía varias cicatrices y que le faltaba parte del prepucio", la estafadora llegó con más de tres horas de retraso con respecto a la cita acordada. Sin tiempo para reaccionar, y a pesar del "lamentable" estado en el que se encontraba, el animal puso rumbo al que debía ser su nuevo hogar.

Allí, la compradora le llevó al día siguiente a una clínica veterinaria de Palma, donde le diagnosticaron vómitos, anorexia, fiebre, falta de pelo y cicatrices tanto en el abdomen como en el pecho, así como una analítica de sangre que detectó anemia y parvovirus, una enfermedad vírica letal. Once días de hospitalización más tarde, Corretejaos fue sacrificado por el empeoramiento grave de su salud.