Crisis en el partido morado

Jaume Asens revela que también ha dejado de militar en Podemos

El ya exdirigente de la formación envió una carta a principios de diciembre en la que comunicó su baja para continuar vinculado a los Comuns

Jaume Asens, en el Congreso.

Jaume Asens, en el Congreso. / David Castro

Sara González

Quería que su adiós fuera discreto. No fue fácil, sino "doloroso", dejar la militancia del partido que ayudó a fundar. Casi dos meses ha tardado Jaume Asens en revelar públicamente que ya no tiene carnet de Podemos. Una vez los morados prohibieron la doble militancia, el dirigente envió una carta a principios de diciembre en la que comunicó su baja en el partido para continuar vinculado a los Comuns, la misma decisión que tomó en esas mismas fechas Jéssica Albiach, presidenta de En Comú Podem en el Parlament de Cataluña.

"Me sabe mal, lo vivo como un duelo. Es desprenderse de una parte de mi vida que me ha configurado políticamente", ha explicado el exlíder de Unidas Podemos en el Congreso en el programa 'Cafè d'Idees' de La 2 y Ràdio 4. Él, que en los últimos años ha ejercido de puente entre Pablo Iglesias y el partido de Ada Colau, asegura que en estos momentos "no reconoce el Podemos actual", al que define como "más cerrado, menos transversal y más sectario", y considera que es Sumar quien recoge la esencia de lo que los morados defendieron en sus orígenes.

Reubicado en siete meses

En siete meses, las turbulencias en la izquierda alternativa, de la mano de la vorágine electoral, han acabado reubicando a Asens. El pasado mes de junio se fue de la primera línea de la política por la puerta atrás después de ser substituido por Aina Vidal como candidato a las generales de forma abrupta. Ya en 2019, cuando fue cabeza de cartel a petición de Iglesias, no faltaron voces internas que cuestionaron la idoneidad de su perfil.

"Nadie es imprescindible, hay momentos en los que hay que saber dar un paso al lado para dejar que otros liderazgos, que pueden conectar mejor con los nuevos tiempos, tomen el relevo y anteponer, así, los intereses colectivos a los individuales", aseguró Asens en la carta en la que anunció que no repetiría como candidato, y en la que agradeció la confianza tanto a Colau como Iglesias, mientras que no mencionó a Yolanda Díaz. Con vocación de no levantar polvareda a las puertas de una contienda crucial para la izquierda y manteniéndose siempre al margen de disputas domésticas, aceptó cerrar la lista de En Comú Podem.

Paradojas de la política, si uno de los motivos para relevarlo fueron los recelos que tanto en el PSOE como en un sector de los Comuns despertaba su proximidad con los independentistas y el vínculo con Carles Puigdemont, con el resultado del 23-J encima de la mesa y la llave de la investidura en manos de Junts, su perfil cotizó de nuevo al alza y Sumar lo repescó. Fue la misma Díaz quien, al día siguiente de las elecciones, lo llamó para encargarle que liderara la interlocución con Waterloo.

Pieza clave sin cargo institucional

Desde entonces, Asens, abogado de profesión, se ha dedicado a ejercer de argamasa para amarrar la mayoría de la investidura primero y para pactar la ley de amnistía después, labor que combina en estos momentos con acabar una tesis doctoral y un libro que tiene en marcha. Así que de la retirada que se dio inicialmente por hecha en aquel convulso mes de junio en plenas negociaciones de la coalición de las generales para evitar una ruptura entre Yolanda Díaz y Podemos, nada.

Ahora, Asens es considerado una pieza especialmente valiosa para la relación de Sumar con el independentismo, pese a que en estos momentos no ocupa ningún cargo institucional. Si estaría dispuesto a ponerse de nuevo al frente de una candidatura es una pregunta que zanja respondiendo que no está dentro de sus planes, ya que no se le ha hecho ninguna propuesta en este sentido. Sumar y los Comuns necesitarán en los próximos meses un candidato a las elecciones europeas que se encontrará compitiendo con Irene Montero.

El eco catalán de la ruptura estatal

Tanto Asens como Albiach son dirigentes que hasta finales del año pasado habían mantenido un pie en los Comuns y el otro en Podemos. Su salida de las filas de los morados no hace más que constatar que la onda expansiva de la ruptura entre el partido de Ione Belarra y Sumar alcanza también al espacio en Catalunya, hasta el punto de estar en entredicho que la coalición pueda reeditarse en Catalunya en las elecciones que, como muy tarde, serán en febrero de 2025. De hecho, la relación entre ambas formaciones está en estos momentos en una suerte de suspensión a la espera de que Podem, que ha sufrido más de un centenar de bajas en las últimas semanas fruto de su crisis interna, finalice esta semana su proceso de primarias para escoger la nueva dirección.