NEGOCIACIONES

Albares reactiva la agenda diplomática con un viaje a Marruecos y nuevo equipo para Gibraltar

El ministro de Exteriores va este miércoles a Rabat para tratar de descongelar la hoja de ruta bilateral tras el parón electoral

El acuerdo para encajar a Gibraltar en la zona Schengen debería estar cerrado antes de las elecciones europeas de junio, aseguran fuentes diplomáticas

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. / EP

Mario Saavedra

El largo parón electoral ha mantenido congeladas de facto las negociaciones diplomáticas más relevantes para España. Un impás de medio año desde que Pedro Sánchez convocó elecciones generales en mayo. Sobre Gibraltar, se suspendieron las rondas de negociadoras para buscar un arreglo que defina el encaje de la colonia tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Sobre Marruecos, ningún avance ha emergido en este semestre de la hoja de ruta política, migratoria o económica con el país vecino. 

Ahora, renovado como ministro de Exteriores para una nueva legislatura, José Manuel Albares trata de desbloquear ambos dossieres, claves para la política exterior española.

El jefe de la diplomacia española viaja este miércoles a Rabat, según adelantó El País y confirman a este diario fuentes diplomáticas. Se trata del primer viaje bilateral de Albares tras la formación del Gobierno, y se produce tras la invitación del Gobierno de Marruecos, según las mismas fuentes. Albares se verá el jueves por la mañana con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, y con empresarios y cooperantes españoles.

Uno de los principales asuntos pendientes es el de las aduanas de Ceuta y Melilla. Siguen sin estar operativas, a pesar de que fue uno de los compromisos públicos de ambas partes tras el giro de Pedro Sánchez hacia el Sáhara Occidental alineándose con la posición marroquí, que pretende incorporar al reino el territorio disputado con cierto grado de autonomía.  

El Ministerio de Exteriores rechaza dar información detallada sobre el avance de la hoja de ruta conjunta, acordada con Rabat hace año y medio y refrendada en la Reunión de Alto Nivel bilateral el pasado febrero. El Gobierno justifica “el carácter reservado” de la información por “la necesidad de evitar el perjuicio en las relaciones exteriores” con Marruecos. La oposición lo critica por opaco. 

En concreto, se desconoce qué se negocia respecto al control del espacio aéreo sobre el Sáhara o cuál es el trazado defendido por España para la delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica, algo que tiene implicaciones sobre dónde pueden pescar los barcos españoles o dónde puede hacer Marruecos prospecciones de gas o petróleo. 

Tampoco se conocen los textos de los Memorandos firmados por los distintos ministerios con el reino alauí. El de gestión de la migración es uno de los más delicados, tras las muertes de decenas de migrantes de la valla de Melilla.

La reducción en el número de llegadas irregulares desde Marruecos ha sido enarbolada frecuentemente por el ministro como uno de los principales resultados del acercamiento a Rabat. Pero los últimos datos arrojan un claro repunte. En la ruta canaria, el número de llegadas ha subido hasta las 32.422 personas entre enero y noviembre, según la agencia fronteriza europea Frontex. más del doble de todos los que se produjeron en 2022. En la ruta del Estrecho, la cifra ha caído un 2% hasta las 13.507 entradas. En el contexto de europeo ha habido un récord de entradas desde 2016, aunque la subida es del 17% respecto al año anterior.

Otra de las tareas del ministro para esta legislatura en la vecindad sur será la de reconducir las relaciones con Argelia. Argel ha decidido enviar un nuevo embajador a España, que ya cuenta con el plácet (visto bueno) del Gobierno. Anticipa un deshielo diplomático tras un año de relaciones rotas.

Polémica en el equipo de Gibraltar

También se van a poner en marcha de nuevo las negociaciones sobre Gibraltar. Este miércoles y jueves en Londres se reunirán los negociadores de la Comisión Europea y Reino Unido, con participación de España y Gibraltar.  

España quiere tirar la Verja a cambio de que se le permita controlar el tráfico de personas y mercancías en el puerto y el aeropuerto y se armonicen las cuestiones fiscales y laborales a ambos lados, entre otros asuntos.

La diplomacia española ha estado en un parón casi total a este respecto desde mayo, aunque la parte británica y la europea sí han mantenido reuniones, según fuentes conocedoras, que resaltan que no hay circulando ningún nuevo documento con los detalles del acuerdo.

El texto debería estar firmado antes de las próximas elecciones europeas de junio, porque un eventual acuerdo entre las partes debería ser ratificado por el Parlamento Europeo. Las opciones son o firmar algo entre Londres y Bruselas que pueda ser aceptado o vetado por España en estos cinco meses, o dar una nueva patada hacia delante, y seguir manteniendo en un limbo la situación. El ministro ya ha advertido de que esa opción no es viable, porque a Gibraltar se le están aplicando unas políticas transitorias similares a las que tenía cuando pertenecía a la UE, y lo temporal no se puede convertir en permanente.

En este contexto, en el equipo negociador español se ha producido un cambio convulso. El diplomático Javier Benosa ha sido cesado en el cargo de responsable de la Oficina de Asuntos de Gibraltar después de que publicara un artículo crítico con la amnistía a los independentistas catalanes que proyecta el Gobierno. Le sustituye Jorge Notivoli, que hasta ahora ejercía como asesor en el equipo de Internacional de Presidencia del Gobierno. 

También abandona su puesto, como estaba previsto, el hasta ahora delegado especial en el Campo de Gibraltar, Juan José Sanz, que ha sido nombrado nuevo embajador de España en Serbia tras obtener el plácet de las autoridades de Belgrado. Además, el secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro, que dirige el detalle de las negociaciones, habría expresado su intención de irse de embajador a Lisboa, según The Diplomat.

En los mensajes políticos sobre Gibraltar, poco o nada ha cambiado. Albares insiste en que la “pelota está en el tejado” de Reino Unido, tras la propuesta presentada por España. Considera “absurdo” que alguien piense no incluir la gestión conjunta del aeropuerto de Gibraltar. Siguen sin conocerse las intenciones británicas para el control de mercancías y personas de la base militar, uno de los escollos.

También está por ver el impacto del cambio en la cartera de Exteriores de Reino Unido. David Cameron, el ex primer ministro que llevó a cabo el referéndum del Brexit, es ahora el nuevo ministro de Exteriores británico. Es el cuarto secretario del Foreign Office con el que España debe negociar desde el Acuerdo de Nochevieja en 2020. Tras hablar con él hace dos semanas, Albares aseguró que ve el acuerdo “muy cerca”.