Toque de atención de Junts per Catalunya a Pere Aragonès y ERC. La ejecutiva del partido ha abierto su curso político valorando una "auditoría", en palabras del secretario general Jordi Turull sobre la gestión del Govern, en el que ellos participan al 50%. Y la conclusión es doble. Si por una parte el balance sectorial, es decir, la gestión de las áreas de cada departamento "es positivo", en el "eje nacional" el Executiu suspende. El pacto de investidura de Pere Aragonès, explicó Turull, debía dar respuesta al 52% de voto independentista que se registró en las elecciones de febrero de 2021. Una respuesta que permitiera acercar a Cataluña a la independencia, "y esto no ha ocurrido, es más, se ha alejado". Ante lo cual, el número 2 posconvergente exclamó, por dos veces, "no podemos seguir así".

Contra lo que las palabras de Turull podían hacer pensar, no significa que Junts se salga del Govern. No. Lo que exige la fuerza que lidera Laura Borràs "es el cumplimiento del acuerdo de Govern", sobre todo en tres puntos que ellos consideran que se incumple flagrantemente. La mesa de diálogo, la constitución de una dirección estratégica del independentismo (que ya hizo encallar la negociación del propio acuerdo hace año y medio) y la unidad del independentismo en el Congreso de los Diputados, algo en lo que Junts, con cuatro diputados, insiste una y otra vez y que ERC, con 13, desoye.

Turull, tras aclarar que sus palabras no eran fruto del toma y daca que en las últimas semanas su fuerza y la republicana mantienen a cuenta de la suspensión de Borràs como presidenta del Parlament y diputada, señaló que su partido va "a trabajar en el próximo mes", se supone que mediante contactos con ERC, a la espera de que en el debate de política general, a celebrar a finales de septiembre, se observe un cambio de tendencia.

Lo verbalizó la propia Borràs, que flanqueaba a Turull. "Pasado este mes, la ejecutiva de Junts volverá a reunirse y analizará la situación para decidir qué hacer, junto con la militancia". Es decir, asoma, de nuevo, la idea de celebrar una consulta interna en Junts que dirima si cabe o no continuar en el Govern. Con todo, Borràs señaló que se "daban una última oportunidad para revertir la situación". "El momento es estratégicamente muy importante, no podemos tener la constatación de que nos estamos alejando de nuestro objetivo, que es la independencia", sentenció Turull.

Al requerimiento de este diario, a ERC, de una opinión sobre lo apuntado por el tándem dirigente posconvergente, fuentes de los republicanos remitieron a lo que había dicho la portavoz, y vicesecretaria general, Marta Vilalta, al mediodía. Esta había pedido a Junts que "sus discrepancias internas no afecten ni desestabilicen ni al Govern, ni a las instituciones", en referencia, también, a la vacante que se genera tras la suspensión de Borràs.

De hecho, Vilalta reclamó a los posconvergentes que designen un sucesor de la expresidenta, algo que Junts ha reiterado una y otra vez, la última este mismo lunes, que no piensa hacer: "Nosotros no hemos creado esta situación", sancionó Turull.