El expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet está citado a declarar este jueves como investigado ante una juez de Granollers (Barcelona) por la desaparición de varios objetos de valor que habían sido embargados para resarcir a la entidad cultural por el expolio.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, Millet declarará por videoconferencia desde la cárcel Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), donde desde el año 2020 cumple la condena de nueve años y ocho meses de cárcel que se le impuso por saquear el Palau de la Música durante décadas.

La ejecución de la sentencia está en manos de la Audiencia de Barcelona, pero ni Millet ni su mano derecha, Jordi Montull, han devuelto todavía los 23 millones de euros que fueron condenados a pagar a la institución cultural para resarcirla por el expolio.

En el marco de la ejecución de la sentencia, la Audiencia autorizó la entrada de peritos en la mansión de L'Ametlla del Vallès (Barcelona) donde vive Millet para tasar las 44 obras de arte que se le embargaron durante la instrucción de la causa para hacer frente a una futura responsabilidad civil en caso de condena.

De esa forma, se constató que faltaba un piano de cola, un cabezal de cama del siglo XVIII, dos colmillos de marfil labrados y una decena de figuras de animales también de marfil.

Posteriormente, la defensa informó al juzgado de que había encontrado el piano y el cabezal de cama en la casa de la esposa de Millet, fallecida en 2018.

La justicia también investiga si Montull, que ya compareció la semana pasada en el juzgado por estos hechos, ocultó a la Audiencia de Barcelona los ingresos que obtiene del alquiler de una propiedad de El Masnou (Barcelona) de la que es titular junto a su esposa, pese a que había asegurado que su único sustento era su pensión de jubilación.

Ambos exresponsables del Palau, a los que el Gobierno acaba de denegar el indulto, fueron condenados por la Audiencia de Barcelona por haberse apropiado durante décadas de fondos, de origen tanto público como privado, pertenecientes a la entidad cultural, uno de las instituciones más emblemáticas de la burguesía catalana.

El expolio, según dio por probado la sentencia, sirvió también para enmascarar el pago de 6,6 millones de euros en comisiones de la constructora Ferrovial a CDC a cambio de la adjudicación de obra pública, como la Ciutat de la Justicia o la línea 9 del metro.

En el juicio, ambos acusados delataron a Convergència, en un acuerdo con la Fiscalía para que les rebajara las penas por la confesión, y explicaron que la constructora Ferrovial pagaba comisiones de hasta el 4 %, de las que el partido se quedaba un 2,5 % y el resto Millet y Montull como intermediarios.