La nueva Estrategia de Seguridad Nacional define "de buena amistad" la relación de España con Marruecos, aunque bajo la premisa del "respeto" a las fronteras mutuas y la existencia de una "cooperación leal".

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la nueva estrategia que analiza los riesgos y amenazas a los que se enfrenta España, así como el contexto geopolítico. Su renovación tendría que haberse realizado el próximo año, pero el Gobierno ha decidido adelantar el nuevo texto ante el impacto generado por el covid-19 y el aumento de las estrategias híbridas.

El documento dedica uno de sus apartados al Magreb, una zona en la que el Ejecutivo apunta que la prioridad de España es "promover un espacio de seguridad, estabilidad política y desarrollo y contribuir a enfrentar amenazas, como el terrorismo o el crimen organizado".

Todo ello insiste en que debe abordarse desde un enfoque de colaboración con países "que son socios y amigos preferentes de España". "La relación de España con Marruecos y Argelia es de buena amistad, desde la premisa de la cooperación leal y el respeto a las fronteras mutuas", enfatiza el texto.

Pero además, la nueva Estrategia de Seguridad Nacional incluye el desarrollo de un plan integral de seguridad para Ceuta y Melilla y asume que las ciudades autónomas, "por su localización geográfica en el continente africano y por la especificidad de su frontera española y europea", requieren de "una especial atención" para garantizar la seguridad y bienestar de sus ciudadanos.

Este plan de seguridad para Ceuta y Melilla ya fue adelantado por el entonces director de gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo, en una comparecencia en el Congreso el pasado mes de junio, después de la crisis migratoria en la valla fronteriza con Marruecos. Redondo subrayó que, "lejos" de circunscribirse a una crisis migratoria, se trataba de "una herramienta más de las utilizadas en el marco de las estrategias híbridas".

La Estrategia de Seguridad Nacional aborda además aspectos como el cambio climático, la ciberseguridad, los flujos migratorios o las relaciones con Europa y el resto del mundo; así como las necesidades de seguridad y defensa para garantizar la capacidad de disuasión.

El papel de la OTAN

En este sentido, apoya aumentar el "protagonismo" de España en la OTAN, coincidiendo con la cumbre que se celebrará en Madrid el próximo mes de junio. El documento hace una apuesta por el multilateralismo y señala que la mejor garantía para él es la participación en la Alianza Atlántica.

Además, sostiene la necesidad de disponer de unas adecuadas capacidades militares para proteger la soberanía nacional, la población y su libertad, garantizando "una disuasión creíble", y reconoce la necesidad de disponer de un marco presupuestario estable para las Fuerzas Armadas.