Pese a la reiterada solicitud de sobreseimiento por parte de su defensa y que estuvo 17 años fugado, el exjefe político de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias Josu Ternera, va a sentarse en el banquillo de los acusados por atentado de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Ocurrió en 1987 y causó la muerte de once personas, seis de ellas niñas. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó ayer la apertura de juicio oral contra el terrorista. 

El auto judicial desestima la petición de la defensa del etarra de sobreseimiento libre y archivo de la causa y la alternativa planteada para hacer nuevas pruebas complementarias. Aprueba, además, el auto de conclusión del sumario instruido por el juez instructor Ismael MorenoLos magistrados consideran que la petición de una instrucción suplementaria no procede, una vez conocido el sustrato de indicios llevados a cabo por el instructor del caso, y descartan aceptar "lo que no se haya planteado durante la fase de instrucción".

Señalan que el articulado de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que confiere la posibilidad de pedir nuevas diligencias no debe convertir en un "cajón de sastre" para instar al tribunal juzgador a adentrarse en los pormenores de la instrucción. 

También recuerdan que las partes ya tuvieron su momento la posibilidad de plantear nuevas pruebas y de impugnar las propuestas por la acusación. Por otro lado, los magistrados descartan los argumentos de la defensa al alegar que los hechos no son constitutivos de delito, y recuerdan que la Audiencia Nacional confirmó en julio el auto de procesamiento contra Ternera tras valorar la "fortaleza" de los indicios de culpabilidad existentes contra él.

Ternera huyó cuando era diputado en el parlamento vasco.

Ternera de 70 años, está en libertad condicional desde finales de julio para evitar contagiarse del coronavirus en prisión. Fue arrestado en los Alpes franceses en mayo de 2019 en una operación policial franco-española que puso fin a su huida cuando decidió no acudir, por segunda vez, a una citación del Supremo para declarar como imputado por el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de la capital aragonesa. En aquel momento, el exdirigente de ETA ocupaba el cargo de diputado de Batasuna y era compañero de grupo parlamentario del actual coordinador de general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.

La realización material del atentado fue obra de dos etarras franceses, Henri Parot y Jacques Esnal, miembros del denominado comando itinerante. Josu Ternera está considerado por los investigadores como el cerebro del atentado en su calidad de miembro de la cúpula de ETA. El explosivo se colocó en un Renault 18 y los etarras huyeron, sucesivamente, en un Peugeot 205, un Renault 11 y un Ford Escort previamente preparado. 

Causas pendientes

Una vez reactivadas las órdenes de detención y entrega internacional, se le reclamará también por el asesinato del directivo de Michelin Luis María Hergueta Guinea, cometido en el año 1980. Igualmente, Josu Ternera deberá responder por la financiación de ETA a través de las herriko tabernas.

Además tiene pendiente una causa por crímenes de lesa humanidad por los ataques que la cúpula etarra ordenó cometer a partir de 2004, fecha en la que entró en vigor en España esta figura penal.

Su vida de fugitivo

Ternera vivía desde hace al menos seis meses solo en un refugio de montaña entre pistas de esquís cerca de la localidad de Saint Gervais les Bains, en los Alpes franceses, hacía deporte de forma continuada y llevaba en el momento de su detención 4.000 euros, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Ahí se hacía pasar por escritor venezolano. Aseguraba que se llamaba Bruno Martí, según contó un guardián del chalé al pie del Ptateau de La Croix, en Saint Gervais, a un grupo de periodistas españoles. En el momento de la detención en un aparcamiento de un centro médico en Sallanches a manos de agentes de la DGSI francesa y del Servicio de Información de la Guardia Civil que le seguían la pista, 'Ternera' trató de explicar en francés que se trataba de un error para despistar a los agentes, aunque finalmente no ofreció resistencia y fue esposado. No iba armado.

Aspecto de Ternera en el momento de su detención.