Pere Aragonès ha empleado su discurso de apertura del debate de política general en el Parlament para lanzar un aviso a Junts, el partido socio y a la CUP, que ya ha anunciado que someterá a votación en la Cámara la fijación de una fecha para un nuevo referéndum de autodeterminación. En una intervención moteada de apelaciones a su independentismo de 'pata negra' ("desde que tengo uso de razón", dijo), Aragonès afirmó, incluso, que "entendía perfectamente el escepticismo" de algunos sobre la voluntad negociadora del Gobierno de Pedro Sánchez. Es más, sentenció, "si no dudáramos no habría razón para ser independentistas. Todos tenemos memoria". Pero pese a todo eso, Aragonès defendió la mesa de diálogo "que se ha reiniciado" con el Ejecutivo por dos principales motivos: "porque no hay atajos y soluciones mágicas hacia la independencia y porque la negociación es lo que se nos demanda desde las instancias internacionales".

Dejar en evidencia al Estado

Según el republicano, la forma de afrontar este foro de diálogo debe ser "trabajando con toda la determinación, toda la lealtad y toda la fuerza que tenemos a nuestro alcance", apuntó antes de desvelar que "si el Estado español no aprovecha este proceso de negociación puede hacer evidente, a ojos de aquellos que observan desde el exterior, que no hay ninguna propuesta de hacer una propuesta de solución política a Cataluña".

Aragonès habló en todo momento como líder del Executiu, como si los representantes de Junts estuvieran sentados a la mesa, no en vano, pese a la crisis de hace 15 días, en el plan de Govern, los 'consellers' posconvergentes le dieron apoyo. Una cohesión quizá, con fecha de caducidad, eso sí.

"La estrategia de la negociación aglutina a toda la sociedad catalana. La delegación catalana, representada por el Govern, representa a toda la sociedad", añadió recordando a los socios los motivos del plante de semanas pasadas.

En cuanto a las medias ya tomadas, Aragonès se jactó de haber "iniciado una nueva etapa, una de transformaciones" y puso como ejemplo que, en el próximo curso 2022-23, el último año de guardería sería gratuito para todas las familias catalanas. Además señaló que se insuflaran 3.500 millones más de los previstos a los presupuestos de la Generalitat, en virtud de los fondos RAIC.