El candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, se ha preguntado este martes que “cómo es posible” que la Casa Real "todavía" no haya dicho “una sola palabra condenando la violencia fascista” tras las amenazas de muerte “reales y verificadas” por el Ministerio del Interior que han recibido estos días varios cargos políticos, entre ellos él mismo.

En un acto electoral en Getafe, Iglesias ha hecho alusión a los sobres con balas que recibieron la semana pasada él; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

A renglón seguido ha ironizado sobre cuál es el partido “más monárquico de España”, el que “más grita 'viva el rey' y desprecia la democracia y las conquistas de la gente trabajadora en este país”, en alusión a Vox.

Así se ha manifestado Iglesias en un acto en un polideportivo municipal Cerro Buenavista de Getafe, cuyo aforo se ha completado rápidamente, por lo que alrededor de doscientas personas han tenido que permanecer en la calle, aunque han recibido el saludo y agradecimiento del candidato de Unidas Podemos, que les ha pedido que estos días “hablen con amigos y familiares” y les insten a votar “contra el fascismo”. En su discurso, Iglesias también ha aseverado que “el fascismo del siglo XXI” es un mecanismo de poder “para frenar los avances democráticos”, que se vale de “las mentiras, las amenazas, el miedo y la impunidad”, que son utilizados para “aterrorizar a la gente modesta”. Por todo ello, ha pedido una respuesta unánime en las elecciones del 4 de mayo, bajo el mensaje: “Frente al fascismo, más democracia”.

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha hecho alusión en el acto a las amenazas con balas y, además, a la carta amenazante que recibió ayer la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, con una navaja en su interior, que fue enviada por un vecino de El Escorial que, al parecer, padece problemas psiquiátricos.

En este sentido, Montero ha afeado que este martes algunas personas hayan acusado a Unidas Podemos de utilizar las amenazas de muerte “para hacer campaña” y pese a saber que el envió lo hizo una persona enferma, y ha considerado que esas personas están “tratando de criminalizar y asociar la enfermedad mental con la violencia”. En este sentido, la ministra dicho que “no vale todo”, especialmente porque hay muchos ciudadanos que sufren enfermedad mental y depresión y no tienen “la atención mental y pública que merecen, por los recortes y privatizaciones del PP” en la Comunidad de Madrid.