Pablo Iglesias ha puesto el foco este miércoles en el escueto apoyo que había tenido el día anterior en la Eurocámara el suplicatorio de Carles Puigdemont para levantar su inmunidad. El vicepresidente segundo del Gobierno estaba respondiendo al PP, pero el mensaje también estaba dirigido a su socio en la coalición, el PSOE, que votó en Estrasburgo a favor, mientras Podemos se posicionó en contra. “Los dos últimos suplicatorios en el Parlamento Europeo tuvieron más de un 90% de síes. Este tuvo poco más del 50%. Reflexionen ustedes sobre si hay un conflicto político”, ha dicho Iglesias durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados. 

El suplicatorio del ‘expresident’ de la Generalitat y el de los ‘exconsellers’ Clara Ponsatí y Toni Comín ha vuelto a poner de manifiesto las diferencias sobre la crisis territorial en el seno del Ejecutivo. Los socialistas, junto al resto de fuerzas socialdemócratas, populares y liberales, lo apoyaron. Los morados, junto al resto de aliados parlamentarios del Gobierno, lo rechazaron. La retirada de la inmunidad de Puigdemont fue aprobada por 400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones, debido a que hubo fugas dentro de los grandes grupos. 

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Las diferencias entre el PSOE y Podemos sobre Cataluña no son nuevas. Tampoco se ocultan. Pero el suplicatorio del ‘expresident’ y líder de Junts per Catalunya añade un elemento más de fricción entre los socios del Gobierno, enfrentados por la ‘ley trans’, las ayudas a las empresas, los alquileres y la Monarquía, entre otros asuntos. 

La derecha ha intentando explotar las tensiones internas durante el pleno del Congreso. “¿Qué aporta a los españoles el enfrentamiento permanente en el seno del Gobierno?”, le ha preguntado Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. “Este Gobierno aporta estabilidad, gobernabilidad, 155 escaños y búsqueda de apoyos en el sistema parlamentario. Este Gobierno aporta democracia”, ha contestado Calvo.