El líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado que los conservadores abandonarán la sede de la calle de Génova, en Madrid, para intentar pasar página de los años de corrupción ligados a ese edificio. En un discurso en abierto ante el comité ejecutivo nacional tras la debacle de las elecciones autonómicas catalanas, Casado ha comunicado esta decisión después de asegurar que su dirección nacional "no va a volver a dar explicaciones" sobre los escándalos que afectan a sus filas. "Sencillamente no nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina", ha afirmado. "El coste electoral es tremendo, inasumible. Hay que dejar de preocuparnos por nuestro pasado", ha sentenciado.

La actual cúpula del partido ha tomado esta decisión para escenificar su ruptura con el pasado. "Las hipotecas en política no son hereditarias. No lo han sido para ningún otro partido y no lo tienen que ser para nosotros", ha afirmado en la reunión telemática con los presidentes autonómicos y los dirigentes territoriales.